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Sudán Sudán · Lasinfàn Tasmela
Voto de Ok Rick:
7
Fantástico. Comedia. Infantil Charlie Bucket (Freddie Highmore), un niño muy bueno de una familia muy pobre, gana un concurso para disfrutar de una visita de un día a la gigantesca fábrica de chocolate del excéntrico Willy Wonka (Johnny Depp) y su equipo de Oompa-Loompas. Cuatro niños más de diferentes partes del mundo lo acompañarán a través de un mundo fantástico y mágico lleno de diferentes sabores.
23 de diciembre de 2008
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede gustar o no gustar (lo que no ocurre con su peinado: debe no gustar), pero Tim Burton ha creado un universo propio y es consecuente con él. De pocos de directores actuales puede decirse esto (me viene a la cabeza, por ejemplo, Terry Gilliam). Y además, cojonudo para él y en definitiva para los que no lo odiamos, suele tener éxito en taquilla.

También comprendo a sus detractores. El cine que vira decididamente hacia la fantasía (cuando no la mezcla con la realidad en un continuo sin aparentes distinciones) no suele gustar a todo el mundo. Es curioso: un policía mata a 300 malos y se acepta; aparece un ser con tijeras en vez de manos y se dice "esa es una película fantástica". En fin, sin comentarios.

En Charlie y la fábrica de chocolate Burton adapta un cuento popular de Estados Unidos (se basa en la novela de Roald Dahl) que ya había dado lugar a otra película a comienzos de los 70. La historia de Charlie Bucket, niño pobre que consigue uno de los cinco billetes que permiten pasar un día en la fantástica fábrica de Willy Wonka.

La trama le permite al director sumergirnos una vez más en su universo: atmósfera oscura y fría en el exterior, fantasiosa y colorista en el interior de la fábrica, imaginación, ilusión sin límites.

Puede que los números musicales no estén muy logrados (simpáticos los oompa-loompas), que Depp no esté muy convincente (era difícil seleccionar el matiz adecuado del personaje) y que se eche de menos "la mala leche" que salpica otras obras del autor y que aquí ha sido sustituida por un edulcorado happy end en toda regla.

Sin embargo, Burton consigue envolvernos en ese "su" mundo y logra que odiemos a los niños "rivales" de Charlie y a sus padres (excepto al gran James Fox, a quien compadecemos y animamos a aniquilar a su nauseabunda hija). Y quizá logremos comprender a Willy Wonka, víctima de conflictos psicológicos con su padre: que Christopher Lee te regañe y mire fijamente no es para menos. Por cierto, en el minuto en total que aparece en pantalla Lee se come la película como si fuera un dulce.

En definitiva, película familiar rebosante de espíritu navideño (aunque ambientada en febrero) que aunque no llegue a la altura de otras obras del autor (Big Fish, Ed Wood, Eduardo Manostijeras) siempre supone una alternativa al trillado e insulso cine actual y nos abre una puerta al mundo de la ilusión e imaginación.
Ok Rick
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