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Voto de cineoptero :
9
Intriga. Thriller. Drama. Romance En su primer viaje a Philadelphia, el pequeño Samuel Lap (Lukas Haas), un niño de una comunidad amish, presencia por casualidad el brutal asesinato de un hombre. John Book (Harrison Ford) es el policía encargado de proteger al chico y a su madre Rachel de quienes quieren eliminar a Samuel, unico testigo del homicidio. (FILMAFFINITY)
16 de julio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vendida como un thriller de Harrison Ford, Witness es en realidad un film costumbrista, un drama sobre el conflicto cultural y una de las películas más hermosas de los 80. Weir consiguió uno de sus trabajos más perfectos y depurados, una obra maestra que sigue oculta para muchos que se han quedado en su engañosa publicidad o como una simple curiosidad documental sobre la comunidad amish. Partiendo del sencillo y poco original planteamiento inicial, el director limita al mínimo la trama policíaca optando por un tratamiento íntimo de unos personajes aislados del mundo, geográfica, social y psicológicamente por distintos motivos. Y los actores saben captar esto a la perfección, con especial mención a un Harrison Ford sorprendente que estaba, sin lugar a dudas, en su mejor momento, consiguiendo posiblemente su mejor trabajo (junto al de Blade Runner). El magnífico guion esta indudablemente bien escrito, destacando por su capacidad de sugerencia, dejando unos cimientos enormemente sólidos a Weir, un director de talento narrativo y visual incuestionable y que le da la oportunidad de dar rienda suelta a todo su talento. Y el director australiano lo aprovecha a conciencia, rodando largas escenas sin diálogos pero enormemente expresivas y de gran fuerza visual, como esa extraordinaria escena inicial o la celebrada escena de la construcción del granero, de una fascinación insuperable. La brillante partitura de Jarre busca a través de los sintetizadores aislar aún más a la comunidad amish, logrando una atmósfera de irrealidad que contrasta y a la vez se complementa con la fotografía semi-documental que busca un sentido realista. El efecto es muy atractivo, aportándole una singular personalidad al conjunto. Además una maravillosa historia de amor imposible y otro de sus habituales y brillantes retratos de los conflictos ideológicos y culturales. Witness es una obra maestra que sigue enterrada bajo la etiqueta de película de Harrison Ford que debe ser rescatada como un film esencial en la década, un rotundo ejercicio fílmico de exótica belleza.
cineoptero
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