Pues eso. Pensaba fervientemente que iba a presenciar una secuela de NADIE HABLARA DE NOSOTRAS CUANDO ESTES MUERTA y me encuentro con una especie de zarangollo donde reina la confusión,el desorden y una especie de sinrazón argumental que mueve a la desgana y a la decepción. Deseas salir pronto de ersa sala donde te has metido a ver una cosa y te encuentras con un laberinto al que no te apetece adentrarte. Al menos a mi, claro.
La pseudo historia de esas prostitutas ladronas no hay por deonde agarrarla, y eso que Ariadna Gil hace la pobre cuanto puede para salir ilesa del embolado, pero no hay forma...¡Que va! En cuanto a los "antiheroes" masculinos, Luna intenta dignificar su papel, pero ...si quieres arroz, Catalina...:!
Una pena, desde luego, porque un cineasta como Díaz Yanes supone una bocanada de aire fresco en el paupérrimo panorama nacional, pero con peliculas como ésta que se arrastra penosa y mareante, no coloca precisamente jalones de buen quehacer cinematográfico en su otrora ilusionante devenir. Esperemos a ver que pasa....y a esperar, expectantes, la nueva jugada de este señor.... A ver si hay suerte y el acierto corona la tarea.