La impresión que me da este nuevo despliegue de Martin Scorsese es la de una forma de trabajar cada vez más depurada en el ámbito técnico pero, inevitablemente decayendo en el guión. Ya nos lo demostró con un remake estereotipado de Infernal Affairs y hoy de nuevo el gran genio italoamericano llega desganado.

La historia se presenta como poco interesante, cada vez más y más envolvente con momentos de verdadera tensión e intriga. El trabajo interpretativo de DiCaprio es verdaderamente notable, así como el de resto que le acompaña al mismo nivel. La música ayuda a crear esa atmósfera especial a cine negro.

Pero yendo a lo principal fallo de esta obra: un vez se ha conseguido el objetivo de sumergir al espectador en un pozo de confusión y de paranoia, lo sacamos con el mayor de los clichés de este género(spoiler), eso sí matizado con algo sórdido, chocante y auténticamente Scorsese. Aunque la impresión que me haya transmitido es la de solventarlo todo por la vía fácil y rápida.

Y esto lo digo porque, ya no me refiero alguien que esté atento a resolver el enigma, sino a alguien que solamente le llegue la inspiración o ya haya visto otros thrillers psicológicos con igual desenlace; puede, fácilmente, adivinarlo a mitad del visionado.
Y esque cuando te lo juegas todo a un final sorprendente, corres el riesgo de que ya se lo figuren y pierda todo el encanto que le corresponde, independientemente de la forma que sea retratado.