Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de Juan Solo:
8
Intriga. Drama Quince años después de terminada la guerra, un grupo de veteranos de la Resistencia francesa se reúne para cenar en casa de uno de ellos. Quieren conmemorar la muerte de su antiguo líder a manos del ejército alemán. Con el paso del tiempo han cambiado mucho y ya no son los mismos de antes. Pero todavía les queda un asunto por resolver: averiguar quién de ellos fue el traidor que los delató a la Gestapo. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La traducción castellana del título original de esta película – menos acertada de lo que en un principio pudiera parecer- nos pone en bandeja hablar de ella como de toda una delicatesen destinada a paladares exquisitos. Usando los mejores ingredientes y combinándolos de forma sabia en la dosis justa, el francés Julien Duvivier cocina en 1959 un manjar único. Puro caviar. El propio Duvidier debe buena parte de su popularidad a títulos como los de la serie “Don Camilo” a mayor gloria del cómico Fernandel, o quizá en menor medida a una de sus aventuras allende el Atlántico con la maravillosa “Seis destinos”. La película de la que nos ocupamos no le aportó desde luego popularidad pero sí debería henchir de prestigio su nombre. Merece estar en todas las guías Michelín del Séptimo Arte y con el mayor número de estrellas posible. Ahí van ocho mías.

No son diez negritos, ni doce hombres sin piedad, ni siquiera esa otra docena de elegidos llamados a la mesa por última vez en torno a un líder y a un traidor. Tal vez, los protagonistas que nos presenta Duvidier tengan un poco de todos ellos, pero al tiempo merecen un reconocimiento aparte, ser juzgados per se, y desde luego reclaman el sitio que la historia del cine les ha negado injustamente. Al frente de todos, María Octubre, una mujer con un nombre lo suficientemente rotundo y sonoro para que no termine acallándolo la traducción aleatoria de un título, por muy explícita que ésta sea. Han pasado quince años desde que los miembros de aquella cédula de la Resistencia Francesa a la que pertenecía se vieron por última vez. Ahora María instiga un nuevo encuentro en torno a una mesa para averiguar cuál de ellos les traicionó al enemigo poniendo fin a su relación y a su amistad. Tal vez porque con su instinto de mujer es la única que percibe que los motivos de la delación no necesariamente tuvieron que ver con la política, que quizá estaban relacionados con otro tipo de guerras.

El tiempo ha pasado, los hombres que se sientan hoy a la mesa no son los mismos de ayer. Todos tienen grabado lo que paso en aquella noche de autos, y todos tienen su coartada, lo malo es que tal vez sea su propio compañero de cubierto quien termine desmontándola. Y así pasará una velada inolvidable; suspense, melodrama, diálogos insuperables, interpretaciones maestras… y de postre, un final único. Sin salir de la habitación y conteniendo el aliento. La cena está servida. Bon apetit ¡
Juan Solo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow