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España España · Zaragoza
Voto de Juan Solo:
8
7,4
1.068
Documental La actriz Lola Herrera representa todas las noches el monólogo de Miguel Delibes "Cinco horas con Mario". A medida que pasa el tiempo, experimenta un gran cambio en su personalidad, llegando a confundir su vida con la de Carmen Sotillo, el personaje de la función. Encerrados en su camerino, Lola Herrera y Daniel Dicenta, separados tras varios años de matrimonio, hablan y discuten mientras repasan su vida en común. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, si hay un personaje que marca la vida y la trayectoria profesional de la actriz Lola Herrera ese no es otro que el de Carmen Sotillo, la protagonista de la famosa “Cinco horas con Mario” de Miguel Delibes. De hecho, pocos casos habrá en la historia del espectáculo de artista más ligado a un personaje que el de Lola y Carmen – la primera ha estado interpretando en los escenarios a la segunda durante más de veinticinco años.

La propia Herrera lo reconoce al principio de esta magnífica “Función de noche”: “Para mí hacer de Carmen Sotillo era un poco hacer de Lola Herrera” dice mientras se ajusta el moño para salir a escena a recitar su monólogo. En esta indefinición, Lola-Carmen, vida-teatro –traducida en una consecuente ambigüedad de géneros- navega constantemente esta singular propuesta de la directora Josefina Molina. Con evidente complicidad, Molina aprovecha esta circunstancia, este juego de espejos para entregar a su protagonista la oportunidad de desquitarse y de ejecutar su particular versión de la obra que está representando. Con muerto delante y todo.

Durante el descanso de una de las representaciones de “Cinco horas con Mario”, Lola recibe en su camerino la visita de Daniel, el que fuera su marido durante siete años y el padre de sus dos hijos. Ambos repasan su vida en común y analizan las causas de su ruptura. No es un ajuste de cuentas, los dos afirman en más de una ocasión que siguen queriéndose muchísimo, aunque por el camino se van pidiendo explicaciones y surge también más de una confesión. Y en un momento dado, ya no se sabe si Lola es Carmen o Carmen es Lola, si está fingiendo – subráyese la importancia de este verbo- o es ella misma la que está ante nuestros ojos.

Inédita, valiente, arriesgada, “Función de noche” es una joya aún hoy bastante desconocida de nuestro cine. Hay ecos de la cassavettiana “Opening night” estrenada unos pocos años antes, pero se hace difícil rastrear muchos más referentes. Con lo que sabemos hoy día, podríamos decir que Josefina Molina preconizó en nuestro país el éxito del “reallity sow” solo que con Lola Herrera en lugar de con los memos del Gran Hermano soltando estupideces.
Juan Solo
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