Decisión tomada: después de la décima y estupenda temporada de esta ramificación de C.S.I. no se renuevan para otro año las andanzas de Horatio Caine y su equipo. Con capítulos más coherentes que la mayoría del resto de C.S.I.s, si bien mi preferida sigue siendo N.Y., unos intérpretes sólidos, en especial el del pétreo David Caruso, los fans de la serie nos quedamos un poco desamparados, con hilos argumentales pendientes y una sensación de timo viendo que las otras dos renuevan y lo de Las Vegas roza ya lo vergonzoso desde la desaparición de Grissom, que nunca ha sido santo de mi devoción pero confería un aire de cercanía y seriedad que sus sustitutos no han logrado, y repito, a tenor del primer capítulo de la nueva temporada, la cosa va a peor.
Pues nada, descansen en paz esos personajes sudorosos en lancha rodeados de cocodrilos, pijos tontos y rubias de toma pan y moja.
Una pena, en serio.