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Voto de Revista Contraste:
8
6,4
417
Animación. Drama. Intriga Dilili, una joven que llega de Nueva Caledonia a Francia, cuenta con la ayuda de su amigo repartidor para investigar una serie de misteriosos secuestros de chicas jóvenes en el París de la Belle Époque. En el curso de su investigación se encontrará con múltiples personajes extraordinarios que le irán dando pistas.
30 de mayo de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michel Ocelot se ha dedicado a crear relatos animados que hablan de temas profundos para dirigirse a un público más adulto. Kirikou et les hommes et les femmes o Ivan Tsarévitch et la princesse changeante han sido algunas de las obras portadoras de esa crítica hacia la sociedad que tanto le definen.

Ahora bajo la mirada de lo mal cuidadas que son las niñas y las mujeres alrededor del mundo, Ocelot crea una trama de marcado tinte feminista y a favor de la diversidad racial. El guion habla sobre la influencia que han tenido las mujeres, aunque no hayan estado en la primera línea de los cambios históricos.

A pesar de lo guerrilleras que parecen sus intenciones, la producción se envuelve con muchas otras circunstancias que la hacen respirar y ser un film que merece un visionado.

La primera es la elección de la técnica con la que se realiza. El director jamás ha creído en el resultado de las películas hechas en ordenador (tal y como la vemos hoy en día). Mejor dicho, quizás se desilusionó después de realizar Azur y Asmar ya que la pieza resulta visualmente muy torpe.. Sin embargo, con la animación tiene la capacidad de emplear técnicas que te hacen soñar. Como pasó con el contraste que utilizó en Los cuentos de la noche o los colores vivos de otras de sus obras, ahora se encara a un 3D distinto. Superpone su montaje animado a escenarios fotografiados en lugares reales. Y así nos sumergimos en un París totalmente recreado: desde sus calles a sus bares, palacios, fachadas o monumentos.

También Ocelot decide enmarcar la historia en el 1900, una Belle Époque donde en la citada ciudad coincidieron numerosos artistas a los que hace cruzar en el relato: desde Renoir, Rodin, Monet, Degas, Camille Claudel, Toulouse-Lautrec, Henri Rousseau, Picasso… hasta Debussy, Satie, Clémenceau, el Príncipe de Gales (Eduardo VIII), Santos-Dumont, Pasteur, Méliès, los Hermanos Lumière, Eiffel, Marie Curie, Sarah Bernhardt, Alphonse Mucha o Chocolat.

Es de este modo como la historia sumerge al espectador en un relato que hace activar todos tus sentidos.

www.contraste.info
Revista Contraste
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