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España España · Granada
Voto de Centauro:
8
Drama Tom Dickson ha sido durante 25 años el leal y honrado presidente de un banco. Ante la caída de la bolsa, la junta directiva le arrebata el poder y exige la devolución de los préstamos. Un empleado del banco sin escrúpulos y un presunto robo de cinco millones de dólares ponen su carrera y su matrimonio al borde del desastre. (FILMAFFINITY)
14 de mayo de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Frank Capra en La locura del dólar (American Madness) pone en escena una disyuntiva que cada ser humano vive en sí mismo de forma constante. Esta disyuntiva no es otra que la polaridad entre el conservacionismo y el progresismo, o dicho de otro modo el refugiarse en lo que uno cree seguro o el aventurarse en nuevos proyectos.

El director del banco Dickson (Walter Huston) dinamiza el espíritu progresista del fluir hacia el futuro mientras que la junta directiva del propio banco representa el asiento de mantenerse en terreno firme.

Dos tendencias que en cualquier decisión humana operan, la mayor parte de las veces, en forma de conflicto, aunque en ocasiones sucede que la una complementa a la otra conformándose un conjunto más rico que la mera suma de ambas partes.

En esta trama la polaridad roza ambos extremos, desde el incesante despliegue de fondos del banco a empresas hasta la retirada incontrolada de los depósitos de los clientes del banco. ¿Qué es aquello que fluctúa entre ambas tendencias? ¿Qué hace que cada uno de nosotros tienda a lanzarse o retenerse?

La confianza es el entorno que equilibra, incluso integra, el vaivén de ambas tendencias. Si la confianza se pierde, o simplemente no la hubiere, es por seguro que uno se decantará por no mover ficha o incluso se arriesgará por apostarlo todo a la desesperada. Tal y como encarnan en cierto momento las posturas antagonistas de la junta directiva y de Dickson.

Es la confianza lo que nos hace avanzar con entereza, es el medio que permite integrar la seguridad con la aventura de lo nuevo. La confianza no es una sensación ilusa, es una determinación interna abierta hacia una aspiración dada.

La confianza aúna lo esencial del movimiento conservador y del movimiento progresista, aflorando en ello la posibilidad de renovación. Renovarse no es cambio rotundo ni tampoco estancarse, renovarse es conservar lo esencial incorporando lo nuevo. Con confianza me renuevo. Sin confianza me estanco o cambio rotundamente que no es más que otra forma de estancamiento.

Esta confianza es escenificada por la pareja de empleados Matt (Pat O’Brien) y Helen (Constance Cummings). En el momento de mayor tensión entre ambas polaridades ambos mantienen su entereza gracias a la confianza, la cual van trasmitiendo de tal forma que logran que los conservadores arriesguen y el progresista no abandone.

La confianza es una palabra que hoy día usamos sin habernos parada en desvelar su esencia. ¿Dónde empieza la confianza?
Centauro
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