Una divertida y siniestra versión del mito de Santa Claus-Papá Noel, aderezado con unos bellísimos paisajes de luz y nieve. "Rare Exports" es un curioso entretenimiento que sirve para pasar el rato y para darle la vuelta a esa imagen universal del entrañable abuelete gordinflón de barba blanca, que nos trae regalos entre sonoras carcajadas. Eso sí, llama la atención el entusiasmo con el que fue recibida en Sitges en su momento. Es fácil sentir simpatía hacia esta película, pero no creo que merezca tanto premio. Además, es una película gamberra, pero a la que le falta mala leche. Su corta duración (unos 75 minutos) y su estrambótico desenlace ayudan a que al final quede un cierto poso agradable, lo cual no sé si es un elogio o una crítica. A pesar de su planteamiento aparentemente irreverente, el mensaje implícito me parece tan blanco como los paisajes de Laponia. Aunque no sea una película para niños, sí es para adultos que no quieren dejar de serlo, y a los que en el fondo les gusta sentirse atrapados cada año por la ilusión de los regalos bajo el árbol.