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Voto de Sandra Desmond:
8
Drama China, años veinte. Tras la muerte de su padre, la joven de 19 años Songlian se ve forzada a casarse con Chen Zouqian, el señor de una poderosa familia. Él es un hombre de cincuenta años y tiene ya tres esposas, cada una de las cuales vive en una casa independiente dentro de un gran castillo. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdadera historia tras este metraje es que se trata de marketing coorporativo, amigos. Sí, sé que dicho de esta manera suena raro, cierto, pero si os fijáis en los detalles podréis observar que el desarrollo de la misma es algo que podéis observar en muchas de vuestras empresas.

Por supuesto, huelga decir que Yimou es un visionario emprendedor y que el tío sabe lo que se hace; y ya hablo desde un punto de vista cinéfilo, pero ahora centrémonos en los símiles que en esta película podemos encontrar yendo por partes.

Para empezar, aunque el matrimonio sea un asco, el tío no merezca la pena y el aguante no esté pagado, ahí sigue la zagala de turno aguantando porque o no puede encontrar algo mejor o de encontrarlo va a estar peor pagado o bien ya ha desarrollado síndrome de Estocolmo y ha optado por el costumbrismo.

Y para terminar a sabiendas de que el ser humano es competitivo, imponiendo un sistema de recompensas en función a logros obtenidos y equiparando continuamente los resultados entre unas u otras para despertar la llama de la discordia, aumentan su rendimiento altamente.

¿Os suena de algo? Sí, señores, sí, estamos ante el capitalismo empresarial más visceral y explotador. Primero nos hacen creer que la mierda que nos dan es buena, y segundo nos hacen desear que nuestras mierdas sean más olorosas que las del resto.

Y aquí está lo más triste de todo. Y es que hay de quienes tienen complejo de Segunda Dama y creen que van a heredar la máxima mierda y de quienes; como la Cuarta Dama, nunca consiguen ser felices con esa mierda pero se agarran a ella porque es la única mierda que van a poder oler.

En fin, dejándome ya de metáforas empresariales y centrándome en el film, esta película detalla a la perfección el ansía humana por ganar esa interminable partida de Mahjong que es la vida de la que o te conviertes en depredador o presa. La gran incógnita es si la culpa o el remordimiento te lo permitirán por más que lo intentes.
Sandra Desmond
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