Frenético thriller futurista lleno de acción, algo de erotismo, humor sobrado (al estilo de los 80, más que de los 90) y buenas escenas de acción.

Es verdad que la parte tecnológica y su ubicación en 1999 la hacen parecer algo anacrónica pero la intriga es muy buena, inteligente, con varios y bien planteados giros del guión.
La historia detectivesca está al nivel de un Philip Marlow, por su calidad y por su desarrollo.
La historia futurista está al nivel de otro Philip. En este caso de Philip K. Dick. La idea de realidades y conexiones mentales para transmitir información y/o ocupar el lugar del otro es una constante en sus obras. Bien podría haberse basado la historia en alguno de sus relatos.

Con estos dos estupendos mimbres más las correctas interpretaciones --la mejor, Angela Bassett-- la fotografía llena de acción y la historia de (des)amor --en vistas de solucionarse-- nos encontramos con un peliculón que, pese a su largo metraje, devoras con interés y sorpresa.

La fotografía está muy orientada a la acción y a la intriga, aunque se nos regale con unas cuantas tomas bastante cuidadas a nivel artístico. Una cámara frenética que nos cala hasta los huesos de adrenalina. La sensación de realismo y de inmersión en la película es total.

Es verdad que no llega al grado de madurez o de profundidad de un Blade Runner. Aquí se opta, más bien, por la diversión y el espectáculo. Aún así, la atmósfera peligrosa y decadente (detecto rastros de un "Rescate en NY" o de la ya nombrada "Blade Runner"), la genial investigación (con toques que recuerdan al cine de Brian De Palma), las escenas y la conexión musical-fatal-pasional (que recuerdan a "Calles de fuego"), los disturbios callejeros en L.A. en los años pasados --por injusticias racistas-- hacen que esta película sea enormemente disfrutable: amena e inteligente. Te recomiendo que estés atento al desarrollo para enterarte de todo lo que pasa.

Una gozada para los sentidos y para la mente.