James Wan es un director famoso por sus películas de terror como "Saw", "Expediente Warren" o "Insidious"; pero que en esta ocasión cambia radicalmente de género.
La película desarrolla una trama que se ha usado en numerosas ocasiones. Y es que nos presenta una historia donde un padre se toma la justicia por su mano; al ver que su hijo es asesinado y los responsables de la muerte no van a cumplir la condena esperada.
Es una historia bastante usada, pero en esta ocasión el guionista nos ofrece ciertas variantes que llaman la atención; y que hace que se separe de otras tramas similares. Estos momentos despiertan la curiosidad y producen que uno descubra cierta originalidad.
No obstante, tengo que decir que esta película tiene un gran problema, y es que no me creo al personaje protagonista en ningún momento. No me creo que un ejecutivo de una empresa que no ha usado un arma en su vida; sea capaz de enfrentarse a una banda de asesinos sin escrúpulos. Que sea capaz de luchar como todo un experto; y que de la noche a la mañana maneje las armas como todo un profesional.
Este punto resulta demasiado irreal y hace que uno vea ciertas escenas muy bien dirigidas y montadas; pero que no son creíbles porque el protagonista se comporta de un modo que no convence.
Pero no solo el protagonista chirría. Existen otros personajes que se comportan de modo un poco forzado en lo que a credibilidad se refiere; y por consiguiente baja en calidad todo.
No obstante James Wan dirige bien el film presentando unas imágenes que te meten de lleno en una trama donde la venganza es el pilar fundamental para mover a los personajes. Una dirección que está realizada de una forma que uno hace que se sienta dentro de las escenas en muchas ocasiones.
En fin, "Sentencia de muerte" es una película que cuenta con momentos que funcionan pero que falla gravemente en el comportamiento de los personajes principales; los cuales no resultan para nada creíbles y por consiguiente hacen que el film no lo resulte tampoco en ciertas escenas.