Se trata de una película de estilo épico que nos adentra en una tierra lejana y extraña además de peligrosa, donde hace años se libraba una batalla por encontrar los límites y posesiones de un país. Ese país es Sudán, y el papel de la religión tuvo una gran importancia.
Pero también lo tuvo el ejército inglés, que veía como su orgullo se hundía debido a que un grupo de guerrilleros iban venciendo a sus mejores generales. Así que deciden mandar a un experto y peculiar militar, que en su forma de ser comprende perfectamente a los autóctonos, pero también sabe cual es su posición con su país natal. Así que nos encontramos con una especie de Lawrence de Arabia pero ubicado en otro país.
La película seguramente en su tiempo tendría gran aceptación, pero actualmente su historia se queda a medio gas y no acaba de convencer tanto. Uno espera ver una gran epopeya que te adentre en un país lleno de peligros y donde las luchas de poder te dejen pegado al asiento. Pero en realidad te encuentras con un film que se queda a medio gas en muchas ocasiones sin llegar a conectar con el espectador con esa trama tan dramática y extrema que se está narrando.
Por otro lado, hay que decir que para ser una película en el que entiendo se invertiría una suma importante de dinero debido a la historia épica que se narra, uno es consciente con el paso del tiempo lo mal empleado que está ese dinero.
Es cierto que cuenta con algunas escenas fantásticas que está rodadas con cierta magia. Pero en su mayoría uno es testigo que muchos momentos se han quedado antiguos técnicamente ya que en realidad están rodados con cierta torpeza. Además el montaje brusco no consigue ayudar mucho en esa trama que se desinfla poco a poco gracias a unas técnicas no muy acertadas.
No obstante no todo es malo. Como decía cuenta con algunas escenas muy bien rodadas que es donde parece que se ha ido la mayoría del presupuesto. Además la película cuenta con una fotografía de gran belleza y cuidado, que hace que todos los paisajes resalten más.
Con respecto a las actuaciones, decir que están bien todos en sus papeles. Dos grandes estrellas son los que se ponen a la cabeza en los papeles protagonistas. Tanto Charlton Heston como Laurence Olivier tiran de potencial interpretativo y defienden muy bien sus personajes.
En fin, "Kartum" es una película que tiene todos los alicientes para haber pasado a la historia como un gran film clásico. Pero al final no consigue convencer, y eso ha hecho que el paso del tiempo haya ido dejándola en un segundo lugar haciendo que no sea muy recordada.