Cuando uno se dispone a ver "Despedida de soltera" uno espera ver una comedia desternillante donde diversas situaciones harán que la velada sea una locura. Pero la realidad no es del todo como uno lo intuye.
Cuando uno ve "Despedida de soltera" descubre una comedia que se queda a medio gas aun contando con una base muy buena, y unos actores que podrían haber dado mucho más juego. Uno se siente en cierto modo un poco decepcionado, ya que intuye que se lo podía haber sacado mucho más juego, a una situación que estaba muy bien planteada, y que cuenta con un hilo conductor que podía haber elevado la comedia hacia unas cotas bastante altas, haciendo que la risa hubiera estado garantizada en todo momento.
En cambio nos encontramos con una comedia que le cuesta arrancar un poco, y en la que al principio uno intuye que hay algo, pero que no consigue florecer. Uno está esperando en todo momento esa carcajada, pero no llega a salir. Solo surge un esbozo de sonrisa.
Es a mitad de película donde la máquina empieza a tomar ritmo, y las situaciones comienzan a enredarse de tal forma que lógicamente uno debe reírse.
Aun así hay que reconocer que cuando esa máquina se pone en marcha, ya es un poco tarde porque uno ha tenido que aguantar un largo rato intentando mantenerse atento a la historia.
En fin, nos encontramos ante una comedia que cuenta con un elenco de actores que realizan un trabajo interesante, y que en cierto modo se encuentran un poco desaprovechados, gracias a un guión que le cuesta arrancar. Es una lástima que cuando lo hace sea un poco tarde. Pero hay que decir, que en el momento en el que lo hace el ritmo es bueno, y las escenas funcionan muy bien, gracias al descontrol de las situaciones entre los personajes.