Magnífica película que retrata la sociedad americana perfecta de los años 50. Una sociedad representada en una familia que tiene una casa perfecta. Con un jardín perfecto. Un niño y una niña perfectos. Un perro perfecto. Una criada (de color por supuesto) perfecta. Una ama de casa perfecta. Y un marido perfecto. La fachada es impecable y son la envidia de todo el barrio. Son perfectos.
En esta película se retrata que la perfección no existe. La familia que tiene todo, en realidad vive sobre una mentira; y los cimientos que sostienen toda su existencia se derrumban irremediablemente. Como unas fichas de dominó, un secreto descubierto es el que da el pistoletazo de salida para ese derrumbe que llevará al abismo a la familia ideal.
Los actores están literalmente soberbios en este film que retrata de manera inmejorable los problemas sociales que se vivían en esa época. Ellos realizan un trabajo sobresaliente dando vida a unas personas que como un iceberg, ocultan una séptima parte de lo que realmente esconden.
Por otro lado, la fotografía y la ambientación es sublime. Uno viaja en el tiempo gracias a esos colores cálidos que recuerdan al otoño. Un otoño que ha llegado para esa familia, dejando atrás una primavera que no volverán a ver.
En fin, impresionante película que nos recrea las discriminaciones que vivían ciertos sectores de la sociedad, y nos presenta a una serie de personajes falsos que no dudarán en hacer lo que puedan por intentar mantener su estatus.