Todo el mundo sabe lo importante que son las audiencias para las cadenas de televisión, y que son capaces de hacer cualquier cosa para que su programa sea líder en la franja horaria.
La historia nos presenta a un personaje que presenta un noticiario, y debido a la baja audiencia deciden despedirlo; y él unos días antes de su despido comunica en directo que se suicidará en su último programa. Ese hecho hace que el programa suba en audiencia de una manera vertiginosa, y por consiguiente la cadena decide aprovechar ese filón para llenar su cadena de programas donde los crímenes y hechos ilegales inunden la pantalla. Una programación para atraer a un público que no quiera pensar, y que solo puedan ver lo malo que es el mundo fuera de su zona de confort.
El film cuenta con un guión bastante bueno que narra una historia que por desgracia sigue siendo actual; y me imagino que lo seguirá siendo eternamente. Y es que el mundo de la televisión es despiadado y son capaces de hacer cualquier cosa, y destrozar a cualquier persona con tal de conseguir un éxito televisivo. Un mundo sin corazón donde los números y las ganancias es lo principal.
Es verdad que se trata de una película que fue toda una revolución en su momento, y que actualmente sigue siendo muy bien considerada. Yo tengo que reconocer que el guión me ha parecido bueno en lo referente a la trama; pero la forma de desarrollarlo no me ha convencido.
Y es que la historia cuenta con ciertas escenas que no consiguen convencer debido a que la trama no dispone de mucha fuerza. Son escenas que hunden una historia potente, y es debido a que aburren por la forma en la que están planteadas y que distorsionan la trama.
Por consiguiente Sidney Lumet dirige extrañamente este film debido hay que momentos que enganchan increíblemente debido a la fuerza de lo que se ve. Pero dichas escenas se compenetran con otras que uno no entiende porque se desarrollan de dicho modo.
Lo que sí debo reconocer es la impresionante calidad interpretativa de sus protagonistas. Faye Dunaway y Peter Finch se llevaron los Oscar a Mejor Actriz y Actor respectivamente debido a la magistral actuación de ambos, regalando a unos grandes personajes.
Lo mismo ocurre con el trabajo de William Holden y Robert Duvall. Dos actores de un excelente talento, que nuevamente demuestran el porque de su fama y de su increíble trayectoria.
En fin, "Network, un mundo implacable" es una película que cuenta con una historia de gran fuerza y de una actualidad sorprendente. Pero también es un film que decepciona un poco debido a que cuenta con momentos muy brillantes, pero también otros decepcionantes.