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Voto de Ateistic:
2
2022
Alice Oseman (Creadora), Euros Lyn
7,5
4.737
Serie de TV. Romance. Drama
Serie de TV (2022-). 2 temporadas. 16 episodios. Dos adolescentes británicos, Nick Nelson y Charlie Spring, estudian en una escuela primaria exclusiva para varones. Charlie, una persona que sobreanaliza todo, demasiado nervioso y abiertamente gay, y Nick, un jugador de rugby alegre y de buen corazón, un día se sientan juntos en clase. (FILMAFFINITY)
Estreno Temporada 3 (Netflix): octubre 2024.
Estreno Temporada 3 (Netflix): octubre 2024.
4 de julio de 2022
18 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchas cosas maravillosas, increíbles, había escuchado sobre esta serie. Que era “lo mejor del mundo”, que “nunca antes se había hecho algo parecido”, que era “una obra maestra” (nada más alejado de eso). Varios youtubers que se dicen “críticos de cine” (influencers) hablaban genialidades de esta producción. La propaganda vía Twitter, YouTube y las demás redes sociales (al igual que otras producciones que las grandes compañías desean que te las veas POR QUE SÍ) era, en pocas palabras, grosera. Sencillamente, no había escapatoria: “Hay que ver esta serie para adolescentes para ver qué es lo que es”. Y bueno, en el hecho de verla también jugó un rol importante la insistencia de mi pareja (él la ama). Y después de hacerlo, luego de ver sus 8 capítulos, solo tengo algo que decir: Heartstopper, sin ánimos de ofender a nadie (es solo una opinión personal), me pareció una estafa.
Lo peor de esta serie, a mi juicio, es el desarrollo y la verosimilitud de muchos de sus personajes. En realidad están muy mal escritos. A ello se le suma la utilización descarada de múltiples clichés baratos de películas y series románticas del pasado, solo para tratar de cautivar al espectador. ¿Correr bajo la lluvia y llegar a la puerta de la persona que te gusta, para declararle tus sentimientos? Una escena demasiado fácil y demasiado vista en otras producciones.
Lo peor de esta serie, a mi juicio, es el desarrollo y la verosimilitud de muchos de sus personajes. En realidad están muy mal escritos. A ello se le suma la utilización descarada de múltiples clichés baratos de películas y series románticas del pasado, solo para tratar de cautivar al espectador. ¿Correr bajo la lluvia y llegar a la puerta de la persona que te gusta, para declararle tus sentimientos? Una escena demasiado fácil y demasiado vista en otras producciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ante todo deseo hacer referencia al personaje de Nick. Su proceso como gay o bi de closet está muy mal escrito. La autora no supo ordenar su proceso. Y es que, como dije anteriormente, por esa insistencia en jugar con los clichés, este personaje se convierte en una maraña de argumentos tontos que le restan coherencia. Para ser un muchacho criado en un ambiente héteronormativo, en el cual, hasta el momento, solo ha conocido a un chico gay (Charlie) y a una chica lesbiana, su comportamiento carece de recelo. Un gay de closet, sin caer en los niveles tóxicos del ex de Charlie, por lo general está lleno de muchos miedos. El primer contacto de Nick con el mundo gay debió asustarle; no obstante, lo vemos en la fiesta, mientras las dos chicas se besan, idealizando y sonriendo ante este tipo de contactos que son novedosos para él. Recordemos el shock que le generó descubrir que era 60% gay. Y comienza entonces su mal escrito desarrollo: Por la noche se besa con Charlie, en plena fiesta, sin importarle que está rodeado de amigos homofóbicos que podrían sorprenderlo (a cualquier gay de closet le daría pánico acercarse a otro chico de forma romántica en estas condiciones); a la mañana siguiente, bajo la lluvia (cliché), se dirige a la casa de Charlie para decirle que se trata de un proceso “muy complicado” para él y que está lleno de miedos (comprensible); sin embargo, 10 segundos después, se besa en la calle con Charlie, donde cualquiera podría descubrirlos; días después se besan en pleno piso de juegos de un centro comercial; posteriormente, le da vergüenza besar a su compañero sentimental en un parque. Es esta falta de coherencia en su línea argumental la que le resta veracidad a este personaje. Me hubiese gustado más recelo y miedo de su parte, más dificultad para tomar decisiones, que se notara el esfuerzo de Charlie para ayudarlo a salir del closet. La relación de ambos cae entonces en la idealización, en el sentimentalismo barato, en el excesivo positivismo. Es esto lo que le quita contundencia a la frase final de Nick: “Voy a salir del closet”. ¿Pero si ya hasta le tomaste la mano a Charlie en la cancha de juegos, frente a tus compañeros de estudio, y hasta lo besaste en el pasillo de la escuela y en plena feria? ¿De qué habla?
El personaje de Charlie, por su parte, va perdiendo fuerza a lo largo de la trama. Comienza bien, con un dramatismo creíble, hasta que le da por llorar inexplicablemente después de besar a Nick en la fiesta. ¿Por qué? Cualquier gay a su edad estaría súper feliz de besar al chico que le gusta. Podría sentirse inseguro porque no quisiera pasar por lo mismo que con su ex, pero no era necesario llegar a esos niveles de melodrama. También podría argumentarse que se trata de un adolescente, que a esa edad no ha desarrollado bien su inteligencia emocional; sin embargo, tampoco hay que subestimar y estereotipar a los jóvenes. En fin, el personaje de Charlie, al final de la primera temporada, cae en un círculo de victimización y de alejamiento innecesario, que me habría resultado muchísimo más creíble en Nick.
Lo demás: personajes secundarios con conductas poco creíbles (Tao, por ejemplo), subestimación de la madurez emocional de los adolescentes y carencia de una investigación real de parte de la escritora sobre las realidades de la comunidad Lgbtiq+ (se queda estancada en los arquetipos románticos).
En fin, Heartstopper funciona como una serie motivacional, dirigida a los gays jóvenes que recién asumen su sexualidad. Una serie que lamentablemente cae en el cliché y la idealización de un romance gay adolescente.
El personaje de Charlie, por su parte, va perdiendo fuerza a lo largo de la trama. Comienza bien, con un dramatismo creíble, hasta que le da por llorar inexplicablemente después de besar a Nick en la fiesta. ¿Por qué? Cualquier gay a su edad estaría súper feliz de besar al chico que le gusta. Podría sentirse inseguro porque no quisiera pasar por lo mismo que con su ex, pero no era necesario llegar a esos niveles de melodrama. También podría argumentarse que se trata de un adolescente, que a esa edad no ha desarrollado bien su inteligencia emocional; sin embargo, tampoco hay que subestimar y estereotipar a los jóvenes. En fin, el personaje de Charlie, al final de la primera temporada, cae en un círculo de victimización y de alejamiento innecesario, que me habría resultado muchísimo más creíble en Nick.
Lo demás: personajes secundarios con conductas poco creíbles (Tao, por ejemplo), subestimación de la madurez emocional de los adolescentes y carencia de una investigación real de parte de la escritora sobre las realidades de la comunidad Lgbtiq+ (se queda estancada en los arquetipos románticos).
En fin, Heartstopper funciona como una serie motivacional, dirigida a los gays jóvenes que recién asumen su sexualidad. Una serie que lamentablemente cae en el cliché y la idealización de un romance gay adolescente.