Si algo nos acostumbró el cine del "mercachifle", del vender lo que venga porque hay que vender, es a "conformarnos" con envoltorios de caramelos. Algo bien vendido que al sacarle el papel te sabe a poco, o muy poco. En algunos casos, como éste, la displicencia llega a ser tal que ni el envoltorio te tragas.

Réplicas es casi una rareza en su género: literalmente, le sale todo mal. A veces lo cutre es divertido, ya sea porque no se toma en serio a si mismo o porque hay una acción deliberada en crear ese estilo cutre. Pero en esta peli eso no sucede: se perciben múltiples intentos de ofrecer algo, pero con un nivel de ingenuidad que asombra.

La ciencia ficción narrada es un manual de licencias encadenadas, a los quince minutos de empezada la peli ya no te crees nada. Los actores suman, en serio, parece que no actuaran. Se trata desde el vamos a una tragedia como si fuera una mera contrariedad a solucionar, y el perfil "cerebral" de Reeves frente a eso solo hunde más la trama. Queda como una mera excusa frente a una propuesta que no se sabe como encarar.

Candidata a los peores fallidos del año en que se estrenó. Parece irónico, pero me gustaría ver más de este director, una suerte de "vale, ésta no cuenta, vamos para adelante".