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Voto de Juan Rúas:
6
25 de septiembre de 2022
30 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un menor de edad fallece como producto de un supuesto abuso policial. En respuesta al atentado, varios miembros del barrio Atenea se atrincheran dentro de su localidad para exigir justicia. Literalmente arman un gran motín dentro del barrio mismo. Parecen estan dispuestos a todo.
La peli comienza con el conflicto ya plasmado. Rápidamente, mediante planos secuencia, la cámara elige a determinados personajes y los sigue en sus acciones dentro del barrio. De esta manera, Gavras puede contextualizar el interior de Atenea: un barrio/refugio de familias inmigrantes, lleno de menores de edad, mujeres embarazadas, entre otras personas vulnerables. El intento por buscar la complicidad del espectador hacia la situación de los residentes comienza fuerte, pero poco a poco el foco de la peli se redirecciona.
Mediante una elección específica de diversos personajes activistas, la trama se concentra en sus intentos, cada vez más precarios, por mantener el control del motín. Atenea se transforma en una trinchera y las alarmas de guerra civil sacuden Francia. Hay un especial énfasis en mostrar el desequilibrio emocional de los que luchan por la causa. Aqui el guión entra en bucle: nadie parece tener el control de nada. Todo se ha salido de olla, el contexto social y específico del incidente termina importando menos que la impotencia que muestran los personajes.
Atenea se plasma entonces como un fuerte dispositivo audiovisual, con imágenes propias de una guerra que antecede nuestra actualidad y se remonta a toda la historia de la civilización, en desmedro de una puesta en contexto difusa que parece no importar demasiado. La búsqueda de esa emoción que desestabiliza el temple opaca demasiado los motores que llevaron a semejante situación.
La peli comienza con el conflicto ya plasmado. Rápidamente, mediante planos secuencia, la cámara elige a determinados personajes y los sigue en sus acciones dentro del barrio. De esta manera, Gavras puede contextualizar el interior de Atenea: un barrio/refugio de familias inmigrantes, lleno de menores de edad, mujeres embarazadas, entre otras personas vulnerables. El intento por buscar la complicidad del espectador hacia la situación de los residentes comienza fuerte, pero poco a poco el foco de la peli se redirecciona.
Mediante una elección específica de diversos personajes activistas, la trama se concentra en sus intentos, cada vez más precarios, por mantener el control del motín. Atenea se transforma en una trinchera y las alarmas de guerra civil sacuden Francia. Hay un especial énfasis en mostrar el desequilibrio emocional de los que luchan por la causa. Aqui el guión entra en bucle: nadie parece tener el control de nada. Todo se ha salido de olla, el contexto social y específico del incidente termina importando menos que la impotencia que muestran los personajes.
Atenea se plasma entonces como un fuerte dispositivo audiovisual, con imágenes propias de una guerra que antecede nuestra actualidad y se remonta a toda la historia de la civilización, en desmedro de una puesta en contexto difusa que parece no importar demasiado. La búsqueda de esa emoción que desestabiliza el temple opaca demasiado los motores que llevaron a semejante situación.