Pues me he llevado una pequeña decepción con esta película. Tiene muchísimas virtudes, pero también enormes carencias.

Se suele descubrir como una de las cumbres del spaguetti western. Es indudable que es áspera y violenta como pocas. Los planos generales que nos presenta con ese paisaje nevado desolado, en contraste con el polvoriento y caluroso salvaje Oeste la hace aún más cruda. Su ambientación es excepcional. Y Ennio Morricone está a cargo de la música, eso son palabras mayores.

Me ha gustado su caracter de outsider, de querer ser diferente, un final nada convencional, impactante, como posiblemente haya pocos en la historia del cine, y su violencia, rozando incluso lo gore.
No falta la carga de sensualidad con la bella Vonetta McGee (*). Un western de una factura desgarradora y humanamente oscura como pocas veces se haya podido filmar, sin asidero emocional posible. Justo donde Klaus Kinski se mueve como pez en el agua. Su nombre en la película "Loco" no podía ser más acertado. El aurea que rodea a Silencio (Jean-Luis Trintignant) está muy conseguido, al igual que el flashback donde se nos remite a su mudez. Su actuación es realmente buena.

Pero me matan las formas. No puedo con los primeros planos que cortan cabezas, el movimiento de cámara sin encuadre, volviéndome loco (por ejemplo, cuando Kisnski apresa con el látigo a su víctima a pie, menudo mareo), el poco rigor de los encuadres, etc. Y luego están los fallos de guión, como por ejemplo lo del arma que no funciona por estar congelada, pero cuando Kinski coge una que estaba enterrada en la nieve sí que funciona. Y luego están los diálogos, penosos. En fin...

Una lástima porque habiendo cuidado las formas y puliendo un poco el guión, hubiera sido una gran obra maestra. Pero no. Recomendable sí, innovadora y rompedora también.