Una de las películas destacadas en la extensa filmografía del maestro. Según dijo en el libro de Truffaut, era su favorita, en parte por haber trabajado con quien él consideraba un gran escritor, Thornton Wilder quien firmó parte del guión, y a quien Hitch dedica una mención especial en los créditos iniciales, cosa nada frecuente.

La peli se centra en el tío Charlie, un excelente Joseph Cotten en una de sus mejores interpretaciones, quien llega a la serena ciudad de Santa Rosa (California), para instalarse con su familia. La alegría que produce entre sus allegados, sobre todo en su sobrina Charlie (cuyo mismo nombre se debe en honor a él), pronto va a ir cambiando hacia unos tintes dramáticos.

Hitcochk consigue una maravillosa obra de suspense mostrando la dualidad del ser humano, con un trasfondo más que gris. Parte del encanto de la tranquila comunidad es su rodaje en exteriores de Santa Rosa, lo cual consigue darle mayor credibilidad y hacer una micro-disección de la sociedad norteamericana.

Es fundamental la interpretación de un atractivo Joseph Cotten ("El tercer hombre",1949), un personaje fascinante, que esconde un oscuro pasado. De manera muy gráfica, cuando el tren en el que él viaja entra en la estación, va despidiendo humo negro, anticipando el caracter del tío Charlie.
Adornando todo ello, hay un contrapunto de humor negro con las conversaciones entre el padre y su amigo, que constantemente bromean socarronamente sobre la forma de asesinase el uno al otro.

Teresa Wright (oscar a mejor actriz de reparto en 1942 por "La señora Miniver") está también espléndida como la sobrina que comienza encandilada con su tío y que va a ir modulando sus secretos sentimientos. En mi opinión, lo que menos me convence son los dos investigadores, especialmente cuando entran en la casa familiar con una burda excusa para hacer fotografías. Aún así, la película es casi redonda.

Otro de los factores para el éxito del film es cómo el director británico consigue impregnar una atmósfera absorbente, con una gran fuerza visual, de tal manera que sumerge al espectador en esta inquietante historia, acompañándolo hasta el final casi sin pestañear.