Una sátira de aquellas que terminan dejando buenas sensaciones a pesar de que no sea del todo redonda que pudo haber sido.

La nueva apuesta de Searchlight Pictures, es una película que enfrenta de gran manera la desgracia que terminan siendo las redes sociales cuando son ocupadas de mala forma y a su vez el mundo que te inventan cuando son ocupadas de buena manera. La película enfrenta el mundo de los influencers y las redes sociales de una manera inteligente de la mano de una estupenda Zoey Deutch que se carga en sus hombros un personaje que parece hacer todo mal a cada momento.

La dirección por parte de Quinn Shephard sabe lo que quiere y con ello sabe en donde apretar la tecla precisa para hacerte reflexionar de gran manera sobre lo desastroso que suele ser el mundo de las redes sociales. Virtud de la dirección lograr impactantes momentos de la mano de una sorprendente Mia Isaac que tiene dos grandes monólogos que tocan la fibra más profunda de uno como espectador.

Una comedia efectiva que cae en algunos tópicos que le quitan un poco de fuerza a una historia que por momentos parecía ir bien construida. Hay momentos en que te desconectas de lo que estamos viendo, sin embargo, no es algo que afecte en su totalidad a una propuesta que es bastante interesante de ver y analizar, con un clímax final que cala hondo en la real importancia que vivimos en las redes sociales.