El director Rob Savage nos ofrece una nueva versión del cuento Stephen King con un resultado parejo que termina cumpliendo con una correcta película de terror que logra darnos momentos bastante interesantes dentro de una historia a la cual le cuesta arrancar del todo.

Lo interesante de esta nueva propuesta, es la puesta en escena del director, quien sabe manejar de grata manera los tiempos y los espacios en pantalla para darnos esa sensación de angustia y terror que suplica esta película y la historia que nos cuenta en su núcleo. Ese trabajo permite que tengamos momentos bastante bien logrados y lo que terminan cumpliendo con aquello que uno busca cuando ve una película de terror, por otro lado, nos quedamos con la sensación de que la historia no termina de cuajar del todo y que desaprovecha cosas interesantes a la que no le sacan todo el provecho posible cosa que deja la sensación de que pudieron dar un paso más allá de lo que nos ofrecen.

Su reparto sustenta de buena manera la película y logras comprender el sufrimiento y la pena por la que atraviesan, en ese sentido tanto Sophie Tatcher y Vivien Lyra Blair funcionan de gran manera capturando esos momentos de terror intenso que viven, un escalón más abajo queda Chris Messina que termina dando uno que otro toque con su interpretación.

Una criatura que por momentos llega a dar bastante susto, en especial el manejo que tiene Savage con las escenas en las sombras y la luz de sus ojos, las cuales quedan bien logradas y algo bastante terroríficas.

Nos quedamos con una película efectiva que logra ser un entretenido pasatiempo con todo lo que entrega, pudo ser mucho mejor, claramente tenía para serlo, pero nos quedamos con sensaciones de que pudieron dar mucho más, pero termina funcionando de grata manera como una de las buenas propuestas de terror que nos ha entregado este 2023.