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Voto de Fantasía:
10
7,5
100.882
Thriller. Acción. Drama
Hace ocho años que Batman desapareció, dejando de ser un héroe para convertirse en un fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte del fiscal del distrito Harvey Dent, el Caballero Oscuro decidió sacrificarlo todo por lo que consideraba, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo cambia con ... [+]
26 de julio de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le doy un diez, aunque, para mí la mejor de las tres sigue siendo la segunda. Soy muy generoso con mis notas, y, mis sobresalientes no tienen el mismo valor que los de otros compañeros cinéfilos. En los spoilers, esta mi valoración y comparativa, entre las dos.
Aquí, en abierto, no quiero dejar pasar la oportunidad de reflexionar sobre lo ocurrido en USA, debido a un libro que leía sobre el pacifismo en los años ochenta que hacía una reflexión inquietante sobre “cine, ficción y vida”. El autor calificaba de “espectáculo de muerte” el visionado aparentemente inocente, en un colegio americano, de The Blues Brothers en la época de su estreno: “Mientras veían la destrucción total de todos los símbolos de la vida próspera, gritaban y chillaban como si su equipo hubiera ganado el campeonato de liga”. Por tanto también le sucedería lo mismo, creo (falleció en 1996) con la violencia, destrucción y muerte de la trilogía de Nolan. Esto, se hace desde un pacifismo radical y consecuente, que aprecio, pero me parece exagerado. No obstante he leído una frase inquietante.
He aquí la frase inquietante: “Hay que descartar como infundadas, no probada o, simplemente, irresponsable toda sugerencia de que esos juegos de muerte, reales o imaginarios, son formas sanas de afrontar nuestros «instintos de muerte» o «fantasías agresivas».” (HENRI J. M. NOUWEN (2005): El trabajo por la paz. Oración-Resistencia-Comunidad. Bilbao, Sal Terrae. [Parte de este libro fue publicada en la edición de Jhon Dear de 1998, el original es de principio de los años ochenta]).
Lo que dice el autor que sucedió, en la sala, con el estreno de The Blues Brothers en USA, no ocurió en la sala en que yo la ví, en Europa. De momento, tampoco ha ocurrido lo que ha ocurrido en Denver, por el control de las armas de fuego. Me gusta que gane el heroe, soporto pacientemente la violencia ficticia con la esperanza, bien fundada, de que ganará, pero, desde el punto de vista citado, no deja de ser una profunda incoherencia. Reconozco que los razonamientos del libro leído son profundamente sugerentes y me empujan a considerarlos con seriedad y respeto.
Aquí, en abierto, no quiero dejar pasar la oportunidad de reflexionar sobre lo ocurrido en USA, debido a un libro que leía sobre el pacifismo en los años ochenta que hacía una reflexión inquietante sobre “cine, ficción y vida”. El autor calificaba de “espectáculo de muerte” el visionado aparentemente inocente, en un colegio americano, de The Blues Brothers en la época de su estreno: “Mientras veían la destrucción total de todos los símbolos de la vida próspera, gritaban y chillaban como si su equipo hubiera ganado el campeonato de liga”. Por tanto también le sucedería lo mismo, creo (falleció en 1996) con la violencia, destrucción y muerte de la trilogía de Nolan. Esto, se hace desde un pacifismo radical y consecuente, que aprecio, pero me parece exagerado. No obstante he leído una frase inquietante.
He aquí la frase inquietante: “Hay que descartar como infundadas, no probada o, simplemente, irresponsable toda sugerencia de que esos juegos de muerte, reales o imaginarios, son formas sanas de afrontar nuestros «instintos de muerte» o «fantasías agresivas».” (HENRI J. M. NOUWEN (2005): El trabajo por la paz. Oración-Resistencia-Comunidad. Bilbao, Sal Terrae. [Parte de este libro fue publicada en la edición de Jhon Dear de 1998, el original es de principio de los años ochenta]).
Lo que dice el autor que sucedió, en la sala, con el estreno de The Blues Brothers en USA, no ocurió en la sala en que yo la ví, en Europa. De momento, tampoco ha ocurrido lo que ha ocurrido en Denver, por el control de las armas de fuego. Me gusta que gane el heroe, soporto pacientemente la violencia ficticia con la esperanza, bien fundada, de que ganará, pero, desde el punto de vista citado, no deja de ser una profunda incoherencia. Reconozco que los razonamientos del libro leído son profundamente sugerentes y me empujan a considerarlos con seriedad y respeto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El enlace de la tercera con la primera hace que parezca una trilogía, pero la segunda se sale del esquema, para bien. Eso la convierte, para mí, en la mejor de las tres. Allí, los valores de Batman tropezaban con la violencia del caos. El Joker, más que un personaje real era ese caos; Doscaras era el azar, y, Batman, se convertía, por arte de magia, en un hombre de carne y hueso, luchando porque la vida saliera adelante.
En esta última entrega, se ha intentado hacer de Gotham una metáfora de la degeneración de la democracia en dictadura, de los valores de la vida al caos y el sinsentido. Pero el esquema no funciona porque el héroe, al iniciarse la película ya está fuera del esquema. El caos y el sinsentido son los que le estimulan a renacer: el Joker tenía razón. Para mí: Batman vence los nuevos villanos, vuelve a ganarle a su mentor y enemigo, de la primera entrega, pero, pierde la batalla de su alma con el agente del caos de la segunda. Por eso la escena final es muy importante: debe renunciar a ser Batman para seguir viviendo segun sus valores, para ser coherente con ellos. Robin, quizás sepa ser un heroe menos enfermo, o, quizás, es necesario no salirse de las leyes y las normas generales comunes, para no entrar en contradicción con lo que se defiende.
En esta última entrega, se ha intentado hacer de Gotham una metáfora de la degeneración de la democracia en dictadura, de los valores de la vida al caos y el sinsentido. Pero el esquema no funciona porque el héroe, al iniciarse la película ya está fuera del esquema. El caos y el sinsentido son los que le estimulan a renacer: el Joker tenía razón. Para mí: Batman vence los nuevos villanos, vuelve a ganarle a su mentor y enemigo, de la primera entrega, pero, pierde la batalla de su alma con el agente del caos de la segunda. Por eso la escena final es muy importante: debe renunciar a ser Batman para seguir viviendo segun sus valores, para ser coherente con ellos. Robin, quizás sepa ser un heroe menos enfermo, o, quizás, es necesario no salirse de las leyes y las normas generales comunes, para no entrar en contradicción con lo que se defiende.