Hacía tiempo que no sufría tanto al la hora de estampar una puntuación en la licorería, definitivamente, hacía eones que no debajaba pelos en la gatera.

Mata a Robbie Keane ha tenido el privilegio.

En un principio parecía encontrarme ante un capítulo de Tom & Jerry, algo que parecía ir a ningun sitio, después, entrando en faena, la película, coge vigor y crece el interés, y es indudable negar evidencias, como es innegable que el director rinde tributo a Atila de los nuestros o el Clan de los Robbies, sobre todo, la primera.

Rayas Esteban empieza dubitativo, algo perdido, luego, sin embargo, pone las pelotas en el campo, despliega su lanzallamas y empieza a demostrar los motivos por los cuales encarnó al mejor castigador que se ha llevado a la gran pantalla, sin ser nada de otro mundo, lógicamente, War Zone,y tristemente etiquetada como Punisher 2 en este país de boinas y botijos, pero que en su día me dejó buen sabor de boca para lo que había visto de Mr. Calavera hasta la fecha que era de todo menos correcto.

Pero bien, entrando en materia, no veo descabellado esta vez el siete que firma el noti montando la calesa, el reparto certero y el ritmo in crescendo consiguen alzar el puño, y en lo suyo, el film logra desenvolverse con solvencia, en algun caso chirriando en ciertas secuencias, cuando Rayas ejercita sus nalgas en el parque emulando a Luis Aragonés en un carrefour, sí, dan ganas de salir a comprar tabaco , o el deplorable Valerianas Kilmer que es nefasto en su totalidad, el aprovechamiento de su popularidad en títulos inmortales ochenteros consigue mantenerle en pie últimamente, aquí vuelve a imponerse la lógica, que incluso acaba por duplicarle en una misma persona, y quiero creer que no es la fabada, el hinchazón de tocino de Valerianas parece preocupante.

El resto del reparto ciertamente solvente confirma un interesante revés para quienes estén dispuestos a olvidar el olor a telefilm y se dejen llevar por los coches con sorpresa.

Interesante centro chut.

Se despide desde La Riviera.

Iturralde González estrenando un apoteósico burkini, chapoteando en la taza del water del servicio de señoras.