He leído todas las críticas de esta página y voy a tratar de no repetirme.

Para empezar, no creo oportuno que todo el mundo la compare con Relatos Salvajes, ni esta me pareció tan buena ni tan original, y se ha hecho mucha más ficción de humor negro antes y despúes de R S. Realmente es difícil innovar hoy en día.

La animación entre las historias me ha parecido muy original y reveladora: las siluetas corriendo hacia puertas de salida que nunca llegan a alcanzar. ¿Nos dice que no hay escapatoria, que todos somos cómplices de los males del capitalismo aunque lo critiquemos, puesto que de una u otra manera pertenecemos a la sociedad?

Familia: al ser la primera y no saber bien de qué iba la cosa me ha chocado mucho su final. Lo del abuelo me ha parecido un tema demasiado delicado para hacer broma, lo demás si me ha hecho gracia.
Solidaridad: me ha encantado el final (frase del chico), y la hipocresía de la pareja poniendo entre uno y tropocientos símbolos religiosos en cada plano. Y lo de "no soy raciista, pero".
Orden: bien resuelta también, lo más importante para la mujer es saber que puede seguir durmiendo en el mismo lado la cama. Genial verles hablar tan seriamente sobre qué número viene después del 6, más teniendo un reloj de pulsera y un teléfono de rueda con todos los números detrás.
Propiedad: puede que el que más me ha gustado, con todas esas ideas para aprovechar los cuerpos de los (antiguos) habitantes.
Trabajo: puede que el más flojo, aunque ha estado bien el discurso hiperpaternalista y racista del empresario. Lo mejor, "no tengo nada que ponerme" y "la gente está muy agradecida al niño que ha hecho su camiseta".
Progreso: similar al anterior, con un discurso de te fasitidio pero es por tu bien, más otro de quedarse con la conciencia tranquila aún sin hacer nada al respecto.
Compromiso: los invitados deberían estar ovacionando a la novia en lugar de soltando risitas y caras incómodas. Lo peor el final, hubiese mejorado si quien saca la pistola hubiese sido alún invitado/a.