Veo "300: El origen de un imperio" que, dirigida por Noam Murro, recrea las luchas del general griego Temístocles contra los invasores persas encabezados por Xerxes y Artemisia, con especial incapié en la batalla de Artemisio, que se produjo en el año 480 a. C. (simultáneamente a la Batalla de las Termópilas, representada en la primera película). Este film, que presenta la estética de un video clip, destaca por su realización, por el movimiento de la cámara (las escenas ralentizadas se alternan con las de aceleración), por la cuidada estética de los efectos en las imágenes bélicas -aunque la sangre mancha por cinco veces la cámara-, por los amables cómics de los títulos de crédito y, por la voz en off que introduce la acción y me conecta con la película precedente pero no pasa de ser un cúmulo de sangrientas peleas de sonido elevado, acompañadas de malos diálogos y mucha oscuridad, todo ello rodeado de absurdas pelusas que, inexplicablemente, llenan el ambiente y se mueven a cámara lenta. Violenta, demasiado musculada y a la que le sobra la tensión sexual.