Desde un principio esta película sin Tom Cruise estaba destinada a no subsistir, pero no es sólo eso lo que la hace una simple mala continuación de su antecesora , sino la estética en si que para nada tiene que ver con lo que uno se imagina cuando lee las crónicas vampíricas de Anne Rice. La película está dedicada a Aaliyah, la actriz protagonista de la película que murió en accidente de avión antes de estrenarse. Para el papel que interpreta Stuart Townsend, se pensó en Wes Bentley y Josh Hartnett.