Primera y espero que última vez que veo a Hugh Grant en esta tesitura de médico entregadísimo a su causa que se ve envuelto en medio de una situación de pánico y de desesperación por recuperar su vida y su carrera tras intentar incriminarlo en asuntos no legales.
Primero, la situación de Grant que lo incriminan es patética, nadie se puede creer eso, y espero que menos la justicia, que como sabemos es ciega, pero no estúpida. Y todo lo que descubre después no es que sea de ciencia ficción o imposible de creer, porque como la vida nos demuestra, la realidad siempre supera a la ficción, pero está mal planteado, casi desde el principio. Si intentaban hacer una peli de intriga y de suspense que sorprendiese la verdad de esos enfermos, se la cargaron desde el minuto uno, la verdad sorprende, pero de suspense y de intriga cero patatero, se veía venir desde el principio.
Y el colmo es ver a Grant tipo detective medico ¡que no es una comedia! Menuda cagada