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Voto de Oriol_kk:
5
Acción. Thriller. Comedia En esta tercera entrega de la franquicia, los policías Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence) vuelven a patrullar juntos para intentar derrotar a Armando Armas (Jacob Scipio), el líder de un cartel de drogas mexicano en Miami.
15 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega a nuestras carteleras la tercera parte de una saga de la que creo que nadie esperaba ya nada, dieciséis años de la segunda parte y veinticuatro de la primera... sí amigo, veinticuatro. Eres viejo. En todos estos años el cine palomitero ha cambiado mucho (y menos mal), lo que antes era molón y con clase ahora es hortera, ridículo y posiblemente machista. Y eso es de lo que inteligentemente trata esta tercera parte, de cuando un joven atlético y carismático se va convirtiendo en un viejo pesado y chocho, y siento ser yo quien os fastidie la fiesta, pero nos acaba pasando a TODOS.

Will Smith y Martin Lawrence vuelven a sus personajes más icónicos (al menos en el caso de Lawrence) para un penúltimo rodeo. De más está decir que la química entre ellos dos es absoluta, desconozco cómo será su relación cuando no están rodando pero es justo decir que el colegueo y la tontería respiran por cada poro de su piel. Dos policías rebeldes siempre ha sido una buddy movie, una especie de Arma Letal algo más pasada de rosca y la verdad es que no se me ocurren dos actores que encajen mejor para estos personajes que los que ya tenemos aquí. Otra cosa sería hablar del nivel de sus diálogos, tal vez deba revisitar las películas anteriores para tener una ángulo de visión más completa, pero su relación me parecía mucho más divertida en pasadas entregas (dentro de unos parámetros). Un nivel un poquito más arriba del caca, culo, pedo, pis que al principio de la cinta te estás preguntando si en realidad todos son tontos pero que te acaba venciendo por la antigua estrategia de acribillarte hasta que algún chiste te entra y a partir de allí... pues la fiesta.

Si una cosa tenían las anteriores era tener tras las cámaras a un cocainomano como Michael Bay donde lo estilizado y elegante no estaba peleado con la acción más loca y lo inverosímil por bandera. La pena es que para esta tercera parte no se cuenta con su trabajo en la dirección (se limita a ser productor y algún que otro cameo) y se ha contratado a dos directores con una carrera hasta ahora bastante corta, Bilall Falah y Adril El Arbi copian las maneras y estilo de EL MAESTRO, como no podía ser de otra manera, pero amigo, se nota que no está su toque. Sí, espectaculares escenas de persecución, hilarantes diálogos en medio de un tiroteo, explosiones por todas partes (juraría que en esta película vi explotar a una mesa)... pero no son Michael Bay, les falta ese puntito de locura desencadenada que sí que estaban en las anteriores. Una pena.

Pero hablemos un poco de la película. Para esta tercera parte ya debemos ir con cuidado con el argumento, hay tramas que pueden empezar a repetirse y tranquilos porque es exactamente lo que ocurre aquí. La eterna amenaza de Markus con jubilarse (tal cual Danny Glover) y un Mike que solo se siente vivo con la adrenalina (tal cual Mel Gibson). Uno es un padre de familia estresado, el otro es un ligón soltero y con estilo. Y con esas continuamos aquí pero pasando una pátina de crisis de la mediana edad y que el físico ya no es el mismo que antaño. Y aunque machaquen con esta idea de manera constante y sin ocultarla lo más mínimo, y como decía antes, te acaba ganando por cantidad y por la química entre los protagonistas. ¿El resto? Pues por ahí va Joe Pantoliano como secundario cómico con un par de momentos hilarantes y un grupo de la generación Z ultra preparados pero que respetan las normas. Y a partir de aquí pues ensalada de tiros, explosiones por todas partes, cientos de civiles muertos como daños colaterales y muy poco papeleo. Vamos, más de lo mismo.
Oriol_kk
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