Magnífico drama social sobre las vidas de unos personajes sin relación alguna entre ellos pero que Alejandro González Iñárritu se encarga de entrelazar de manera brillante. Tres son las historias que conforman la cinta y tres son los dramas que confluyen en un único momento. Nada tienen que ver y sin embargo los puntos en común son más de los que a simple vista podrían parecer.
En primer término nos encontramos a Octavio (Gael García Bernal) cuya vida se mueve fundamentalmente entre el miedo a su hermano mayor y el amor secreto que siente por la mujer de éste. Su único afán es conseguir dinero rápido para poder largarse cuanto antes junto a ella de su miserable vida.
En segundo lugar aparece Valeria, interpretada por Goya Toledo, exitosa modelo española que triunfa en México, quien lleva en cierto modo una doble vida: la pública (más bien falsa) de cara a la galería y a la prensa sensacionalista, y la privada (la real), tras la cual vive una relación discreta con un hombre casado.
Y por último esta "El Chivo" (Emilio Echevarría), personaje avocado a la indigencia que sobrevive como tantos y tantos recogiendo chatarra y convive rodeado de una jauría de perros, presumiblemente abandonados por sus dueños originales, desterrados de un mundo mejor como en su día lo fue su ahora dueño.
Todos ellos son los protagonistas individuales de sus historias pero que forman una especie de "collage" de sentimientos y emociones en donde predominan el infortunio y la soledad como denominador común.