Media votos
7,9
Votos
146
Críticas
12
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Nolte:
10
6,4
9.494
Drama
Josey Aimes (Charlize Theron), una madre soltera, regresa a su pueblo natal en el norte de Minnesota y, para salir adelante, busca empleo en las minas de hierro, un trabajo dominado completamente por hombres y donde hay una gran discriminación por género. Pronto Josey se verá sometida a todo tipo de humillaciones por ser mujer. (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2006
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emocionante hasta las lágrimas. Llena de rabia e indignación pero también de esperanza y humor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Basada en un hecho real, es un tremendo grito en defensa de los derechos de la mujer en un mundo gobernado por hombres. Es 1.989, Charlize Theron es Josie Aimes, una mujer que desde muy joven es víctima de su propia belleza, pero que a pesar de todas las adversidades lucha por salir adelante con su familia.
Tras romper con su marido vuelve a su Minnesota natal para trabajar en la mina, un infierno para la mujer pero también una oportunidad. Tanto ella como sus compañeras de trabajo son víctimas del acoso y las agresiones sexuales constantes por parte de los hombres con quienes se ven obligadas a trabajar. Insultos, amenazas, bromas pesadas e intimidaciones son el pan de cada día para este pequeño grupo de mujeres, sin hablar de las indignantes actitudes sexistas no sólo por parte de sus compañeros, sino también de los jefes. La tensión llega a tal extremo que Josie no tiene más remedio que hablar con sus compañeras con el objeto de formar un colectivo para acabar con todos los abusos, ya que el sindicato no hace nada por ellas. Sin embargo, temen represalias y por eso dejan sola a Josie. No sólo eso, le retiran todo el apoyo y únen sus esfuerzos para hacer que parezca que el único problema es ella, alegando que cada una tiene los suyos.
El principal eje de narración de la película es el juicio por las denuncias de acoso y agresiones sexuales que Josie hace a través de su abogado Bill, interpretado por Woody Harrelson. A medida que avanza el juicio, la abogada a la que se enfrenta se da cuenta de que lo que está defendiendo no son los intereses de una empresa frente a los problemas particulares de una mujer, sino una rutina en la que la mujer es presa del hombre. De ese eje narrativo se van desgranando en forma de flashbacks las diferentes etapas de la vida de Josie, desde su juventud hasta las traumáticas experiencias en la mina. Inolvidables temas de Dylan como "Lay Lady Lay" extraído de “Nashville Skyline” (1.969) salpican los flashbacks en momentos clave, impregnando la película de nostalgia y ternura.
Richard Jenkins y Sissy Spacek son Hank y Alice, padres conservadores de Josie que finalmente se ponen de su lado en los momentos de mayor de necesidad. Impresiona el cambio de registro de Hank, al principio resentido con su hija, pero que después se atreve a plantar cara delante de todos sus compañeros de trabajo para dejar constancia de su indignación y enfado, así como su profundo amor y admiración por Josie.
Una película imprescindible y cruelmente sincera. Entre sus méritos está el reconocer lo mucho que han cambiado algunas cosas en cuanto a derecho laboral en favor de la mujer, al tiempo que hace ver otras dos importantes: lo fácil que es caer en el error del sexismo, y por supuesto todo lo que queda todavía por cambiar.
Tras romper con su marido vuelve a su Minnesota natal para trabajar en la mina, un infierno para la mujer pero también una oportunidad. Tanto ella como sus compañeras de trabajo son víctimas del acoso y las agresiones sexuales constantes por parte de los hombres con quienes se ven obligadas a trabajar. Insultos, amenazas, bromas pesadas e intimidaciones son el pan de cada día para este pequeño grupo de mujeres, sin hablar de las indignantes actitudes sexistas no sólo por parte de sus compañeros, sino también de los jefes. La tensión llega a tal extremo que Josie no tiene más remedio que hablar con sus compañeras con el objeto de formar un colectivo para acabar con todos los abusos, ya que el sindicato no hace nada por ellas. Sin embargo, temen represalias y por eso dejan sola a Josie. No sólo eso, le retiran todo el apoyo y únen sus esfuerzos para hacer que parezca que el único problema es ella, alegando que cada una tiene los suyos.
El principal eje de narración de la película es el juicio por las denuncias de acoso y agresiones sexuales que Josie hace a través de su abogado Bill, interpretado por Woody Harrelson. A medida que avanza el juicio, la abogada a la que se enfrenta se da cuenta de que lo que está defendiendo no son los intereses de una empresa frente a los problemas particulares de una mujer, sino una rutina en la que la mujer es presa del hombre. De ese eje narrativo se van desgranando en forma de flashbacks las diferentes etapas de la vida de Josie, desde su juventud hasta las traumáticas experiencias en la mina. Inolvidables temas de Dylan como "Lay Lady Lay" extraído de “Nashville Skyline” (1.969) salpican los flashbacks en momentos clave, impregnando la película de nostalgia y ternura.
Richard Jenkins y Sissy Spacek son Hank y Alice, padres conservadores de Josie que finalmente se ponen de su lado en los momentos de mayor de necesidad. Impresiona el cambio de registro de Hank, al principio resentido con su hija, pero que después se atreve a plantar cara delante de todos sus compañeros de trabajo para dejar constancia de su indignación y enfado, así como su profundo amor y admiración por Josie.
Una película imprescindible y cruelmente sincera. Entre sus méritos está el reconocer lo mucho que han cambiado algunas cosas en cuanto a derecho laboral en favor de la mujer, al tiempo que hace ver otras dos importantes: lo fácil que es caer en el error del sexismo, y por supuesto todo lo que queda todavía por cambiar.