Este tipo de películas siempre atraen. El hecho de ver a un grupo dispar de personas encerradas en un espacio determinado y sometidos a diversas pruebas es un juego muy vistoso para los amantes del cine psicológico. Son films en el fondo baratos, y que se sustentan o no sólo por dos aspectos, la capacidad de sorpresa del guión y la habilidad interpretativa de los actores.
En esta ocasión son 10 y sólo 10 los personajes: 8 candidatos a un puesto importante de trabajo, un supervisor que les explica la prueba y un guarda de seguridad que les controla mientras la realizan. Como casi siempre en estas películas, el comienzo despierta mucho interés, los primeros devaneos del guión azuzan la intriga. Pero, lamentablemente, a la mitad del film la cosa se estanca y comienza a hacerse pelín lenta y aburrida. Cierto es que, tal y como está todo planteado, el guión no parece poder dar más de sí, y al final uno está deseando que llegue el final para descubrir la dichosa pregunta y su respuesta, pero sólo por curiosidad.
¿Qué decir del deselance? Bueno, es correcto sin más aspavientos. Curioso, un tanto tramposo porque se nos escamotea algún detalle en una peli en la que todo se ha mostrado claramente, y porque aporta otros un tanto inútiles para la compresión final.
En resumen, para ver y olvidar.