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Voto de AdrianDeBryansk:
5
Terror. Fantástico Marc Price (conocido por ser Skyppi en la serie de TV "Enredos de familia" -Family Ties-) es un adolescente marginado en su instituto por ser heavy. (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muerte a 33 r.p.m., de título original “Trick or Treat”, fue uno de los pocos acercamientos al cine como director de Charles Martin Smith, habitual protagonista de capítulos sueltos de televisión y a partir de sus incursiones tras la cámara, también como director de capítulos ocasionales. La película narra la historia del joven Eddie Wienbauer (Marc Price), que sufre acoso escolar, problemas de adaptación, sentimentales y de rendimiento entre otros. Pero encuentra refugio a su frustración en la idolatría incondicional a la estrella del rock Sammi Carr.
Sammi Carr es un cantante de heavy metal que casualmente es del mismo pueblo y estudió en el mismo colegio. Un tipo excesivo y censurable que constantemente es vapuleado por los sectores más conservadores del país por sus espectáculos de violencia y sexualidad desbocada. Eddie Wienbauer cree vivir una vida paralela a la estrella del rock, que salió de aquel lugar de odio y provincianismo para ser un azote social de los buenos, una estrella del shock-rock que dirige las pautas de una revolución que solo algunos como Eddie saben entender.
Pero un día muere su ídolo en un incendio y entonces todo empieza a cambiar. El último disco que grabó Sammi Carr (del que solo hay una copia) llega a manos de Eddie, disco que será la puerta de entrada de la malograda estrella del rock desde el otro lado.

Filme plagado de actores de televisión que crea cierta expectativa, pero que va decayendo a medida que avanza la película tanto por falta de actores fuertes como por tópicos resolutivos que dejan a esta película como un resultado de tercera.

Es en definitiva una película teenager de tercera con serias alusiones a diversos temas como el mito de Fausto, la automarginación adolescente, la idolatría.. Pero resueltos pobremente.

A título anecdótico, lo más destacable son los cameos de Gene Simmons como locutor de radio y sobretodo de Ozzy Osbourne como predicador televisivo en una cruzada contra el metal y la obscenidad.

La banda sonora es de lo mejor de la película, toda ella del grupo Fastway, una de tantas promesas del hard rock de los 80 que se quedó en nada, pero que tenía cierto oficio al contar en sus filas con ex miembros de Motorhead o UFO.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
AdrianDeBryansk
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