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Argentina Argentina · BOULOGNE
Voto de EKELEDUDU:
10
Thriller. Drama Sam Bowden, un respetable abogado de una pequeña ciudad, ve cómo su tranquila vida se convierte en una pesadilla cuando Max Cady, un criminal que pasó ocho años en la cárcel por su culpa, no deja de acechar a su mujer y a su hija adolescente. La ayuda que le ofrece el jefe de la policía local resulta inútil, y él, legalmente, no puede hacer nada para alejar a Cady de su familia. (FILMAFFINITY)
3 de mayo de 2009
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ocho años atrás, Sam Bowden (Gregory Peck), abogado, se interpuso entre un depravado, Max Cady (Robert Mitchum), y su víctima de turno, una niña. Cumplida su condena, Cady vaga por las calles de nuevo, decidido a vengarse de Bowden. El problema es que no hace nada específicamente malo o ilegal, nada que permita hacerlo detener. No hace más que merodear en los sitios de los que Bowden y su familia son habitués para poner nervioso al primero. Pero Bowden sabe de las intenciones de venganza de Cady. Desesperado, no ve,para proteger a su familia, más alternativa que tomar le ley en sus manos. Rubicón moral tanto más peligroso cuanto que es abogado y, por lo tanto, uno de los menos indicados para ese tipo de acciones. Sin contar que Cady, decidido a no dar un solo paso en falso, ha aprendido tanto de leyes como el propio Bowden.

CAPE FEAR, tal el título original de la película, sumerge al espectador en un clima más y más opresivo a medida que avanza la narración. Es que el tema de la película, el del ciudadano común desamparado frente a las leyes que apoyan a los criminales antes que a sus víctimas y la encrucijada entre ceñirse a dichas leyes y soportar en silencio los daños más graves o infringirlas e ir a la cárcel pero salvaguardando el bienestar físico y psíquico de los seres queridos, es tremendamente actual, y ha dividido a la sociedad en dos bandos. Es imposible no comprender la postura de Bowden, se esté del lado en que se esté.

Gregory Peck interpreta correctamente a Bowden, pero sin duda la gran estrella del filme es Robert Mitchum. Su Max Cady es terrorífico hasta la médula; su sola mirada inspira escalofríos. A Mitchum, se sabe, el rol de malo siempre le sentó de maravilla, como ahora le pasa, por ejemplo, a Cillian Murphy. Son actores que vienen como anillo al dedo para estos papeles.

Hace unos días se proyectó en mi país, por televisión, este filme, bajo el título de LIMITE DE TERROR. ¡Por fin!, porque tenía buenas referencias de él y deseaba verlo. No podemos menos que mencionar la remake de este filme dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Nick Nolte y Robert de Niro. No la vi, pero confieso que tampoco muero por verla. Robert de Niro cumple en ella el mismo rol que Mitchum en ésta. No quiero desmerecerlo, pero la actuación de Mitchum me parece insuperable, y para colmo tengo entendido que en la nueva versión se vincula al temible Cady con lo religioso. ¡Hummm!...En nombre de la religión se hacen muchas monstruosidades, es cierto, pero en ciertos casos me parece un recurso ya demasiado remanido, visto ya, por ejemplo, en CARRIE y más recientemente en SILENT HILL, por poner los ejemplos que me vienen a la memoria en este momento y que sin duda no serán los únicos. Me huele a que director y/o guionista no encontraron otro recurso para intentar eclipsar el aura siniestra de Mitchum en la primera versión, ni otro elemento ¿novedoso? que introducir en la trama...
EKELEDUDU
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