Esta tercera entrega tiene una puntuación menor respecto a las precedentes pero a mi parecer desarrolla un mejor guión. En esta ocasión no se centra demasiado en el superhéroe sino más bien en la persona. Es decir, el protagonista es realmente Tony Stark. Un Tony algo desgastado moralmente por los acontecimientos de Nueva York en Los Vengadores, pero que al mismo tiempo se encuentra con dos personas de su pasado. Además, se enfrenta a un enemigo siniestro que al más puro estilo Bin Laden amenaza en televisión y reivindica la comisión de extraños atentados en la ciudad. Incluyendo ataques contra él.

De los nuevos personajes, quien considero que está muy poco aprovechado es el de Rebecca Hall, el antiguo "amor" de Stark que en la práctica no aporta demasiado a la película. Todo lo contrario que Guy Pearce, que ejecuta a un interesante antagonista por su progresiva evolución durante el film. Don Cheadle y Gwynet Paltrow mejoran sus papeles y dan mucho más juego y qué decir de Robert Downey, que gracias a ese carisma que ha sabido proyectar desde el primer minuto de la trilogía será recordado como el mejor intérprete de Iron Man en muchos años. Incluso el sistema de inteligencia artificial Jarvis tiene sus minutos de gloria.

La película tiene casi todo lo que cabía esperar después de ver las dos anteriores. Un argumento diferente, con la trepidante acción de siempre, humor irónico y escenas que nos sorprendan y nos mantengan expectantes. Y sobre todo esas sorpresas consiguen impactar al espectador varias veces. La composición huye del convencionalismo y nos ofrece una enorme multitud de escenas que se encuentran hábilmente organizadas, lo que dota a la película de un mayor dinamismo y por ende mayor entretenimiento. Comenzando por ese interesante prólogo del comienzo. Y, por supuesto, también los efectos especiales son más espectaculares.

No obstante, hay críticas respecto al tratamiento de un personaje que desvelo en spoiler. Por ese motivo se entiende que es la adaptación cinematográfica más lejana al personaje del cómic y de ahí que tenga puntuaciones más bajas. Pero analizada como película en sí y dejando el papel a un lado, es un largometraje recomendable para todo aquél que le guste el cine fantástico y de superhéroes. Además, cuenta con un acertado final que yo recomendaría que fuese a su vez el de la saga y no pretendan alargarla. Sobre todo porque difícilmente estaría Downey.