Nueva obra del mismo dúo responsable de clásicos como La Sirenita. En este caso nos lleva a los mares del sur, a las tierras de Oceanía que es uno de los pocos espacios apenas visitados por sus largometrajes o cortos. Pero la principal novedad no se queda ahí. En su contenido no se trata ninguna relación de amor, sino más bien de amistad. De hecho se trata de un adulto semi-dios y una niña que realmente es quien le ayuda. De manera que no siempre va a ser el hombre el héroe y aquí Moana (Vaiana) es la valiente y que asume el riesgo de su misión. Surcando más allá del mar, de lo desconocido y con peligros que se irán descubriendo. Además, en esta ocasión no se trata de ninguna "princesa".

Es una buena propuesta, pero no conquista de la misma manera que Frozen a pesar de que su repertorio de canciones es atractivo. No existen demasiados personajes secundarios, dado que la mayor parte de la aventura transcurre en el océano y a pesar de que interactúen con otros. Sin embargo, su conclusión es muy acertada y se ejecuta de forma que todo el viaje lleno de peligros toma sentido.