Bambi es en muchos aspectos la historia originaria del Rey león más de cincuenta años antes. La existencia de paralelismos es indudable, aunque el tono y la fuerza argumental se trabaja más en la segunda y en la presente adquiere un mayor sentido dramático que me convence menos. Lo comento en spoiler.

Más allá de la evolución del ciclo de la vida que aquí es expuesta, el trasfondo de la historia tiene un mensaje de denuncia contra la violencia del hombre y su falta de delicadeza ante el ecosistema. Es decir, tanto para con animales como vegetación y flora. La metáfora no es otra que la existencia de injusticias y espinas en la vida, pero que debemos de superar y sortear apoyándonos y ayudando a nuestros seres queridos.

Los amigos del protagonista (el conejo, la mofeta, etc) aportan escenas graciosas, pero no muy inspiradas. Ello repercute en una línea argumental más sencilla que otros clásicos. Aunque algunas de ellas nos recuerdan a posteriores gags propios no ya de Disney sino también de la Warner, como el encuentro de sus parejas y sus nervios al conocerlas.