Tim Story es un director que, a decir verdad, no ha llevado una trayectoria en la que haya destacado demasiado en nada. Realizó el remake americano de “Taxi” (vale, el original tampoco era demasiado espectacular) y las dos entregas de “Los 4 Fantásticos” que eran realmente infames (aunque, comparadas con la última, tampoco eran tan malas), visto con perspectiva, quizá tenga algún mérito el hombre. Intentando hablar en serio, su trayectoria está llena de comedias inanes e incluso algo infantiloides.
En este ocasión nos encontramos ante una buddy movie o peli de colegas de lo más rutinaria, que quiere ser graciosa. Con un argumento imposible y bastante aburrido, para ser sincero; con un Ice Cube haciendo lo de siempre (de tipo con malas pulgas y cara de boxer) y Kevin Hart haciendo lo propio (de graciosete bocazas). Nada nuevo ni nada original, de esas películas que se olvidan a las pocas horas de terminar de verlas. No es que sea de esas que da vergüenza verlas de lo malas que son. La trama policial es previsible y, en algunos momentos, aburrida y la parte cómica es bastante escasa. Los gags están mal llevados y peor resueltos y eso que Hart es un tipo gracioso, no como los dos Chris (Tucker y Rock).