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Voto de Ford Farleine:
4
Fantástico. Aventuras Con una extraordinaria habilidad para guiar la imaginación de los demás, el Doctor Parnassus oculta un oscuro secreto. Siglos atrás hizo un trato con el Diablo para ganar inmortalidad, a cambio de entregarle a cualquier hijo que tuviese al cumplir los 16 años. Ahora, deambulando con su humilde teatro ambulante y con una hija a punto de llegar a esa edad, Parnassus está decidido a cambiar el trato.(FILMAFFINITY)
21 de abril de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de Terry Gilliam pueden dividirse en dos: las idas de olla divertidas y las idas de olla que son un poco tostón. Esta pertenece a las de la última clase. Como casi todas las de su autor, posee un estilo propio que combina el absurdo con lo grotesco aunque esta vez con poca fortuna. Partiendo de una personal lectura del mito de "Fausto", Terry Gilliam da rienda suelta a todos sus excesos visuales y argumentales en una película que, de tanto pasarse, acaba por empachar. No es tan divertida como "12 monos" o incluso como "El secreto de los hermanos Grimm" y quizás tampoco tan excesiva como "Miedo y asco en Las Vegas" ni tan emocionante como "El rey pescador", lo que en definitiva deja al film en un conjunto de imágenes muy llamativas y muy oníricas pero que dejan poco poso. No es lo mejor de Gilliam, aunque no se le puede negar la fuerte personalidad del conjunto, lo que es digno de halago porque el ex Monty Phyton nunca se ha vendido para conseguir hacer un film más comercial. Un tío que hace cine personal hasta el final. Con dos huevos. Aunque a veces no resulte ni de lejos divertido y sí muy atiborrado (como aquí), hay que quitarse el sombrero ante uno de los pocos creadores que aún quedan en el panorama actual cuyo estilo resulta reconocible para todos sus seguidores y detractores.
En definitiva, perosonalmente siempre espero mucho de Terry Gilliam y, por desgracia, esta vez no se cumplieron mis expectativas y creo que no hace mérito al talento de Heath Ledger, cuya desaparición casi dio al traste con el proyecto y que, a la postre, fue solucionada de forma elegante por Gilliam gracias a la intervención de Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell en quizás los mejores momentos de la película.
Ford Farleine
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