Lo bueno que tiene el cine independiente que intenta explorar vías que el cine comercial no se atrevería ya que se basa en lo comercial y no en lo personal, pero hay películas que fracasan ante la aspereza o locura que llegan a presentar, y “John and the hole” es ese tipo de películas.

Tiene un buen comienzo, rodeado de un lugar impresionante, buenos planos, seguido de un desarrollo esperanzador, pero hasta ahí llega, comienza a caminar como pollo sin cabeza, buscando su lugar o la originalidad, pero encuentra caminos vedados para terminar en uno infinito, dejando ese sabor agrio en la boca del espectador, de querer y no poder, de lástima por no haber encontrado la senda, de que la próxima será la vencida.