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Voto de AreyFR:
7
5,6
8.995
Thriller. Acción. Comedia
Cuando un grupo formado por los tiranos y las mentes criminales más malvadas de la historia se une para desencadenar una guerra que matará a millones de personas, un hombre tendrá que luchar a contrarreloj para detenerlos. Tercera entrega de la saga 'Kingsman', ambientada muchos años antes de las anteriores y explicando el origen de la agencia. (FILMAFFINITY)
5 de febrero de 2022
0 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de la saga Kingsman se han caracterizado por incorporar un sello de calidad no oficial al estilo de los relojes Casio o los coches de la Toyota. Sus puntos más destacados son: Una historia más grande que nuestras vidas, un toque de comedia negra sin renunciar al buen gusto, un guion muy completo en cuanto a uso de recurso y giros argumentales y una excelente dirección de las escenas de acción. Este sello de calidad se llama Matthew Vaughn y esta película lo tiene. Evoca entretenimiento con clase. Es la mejor montaña rusa del parque de atracciones que visitaste este verano. Y es cierto que la tercera vez que te subes no tiene la misma magia que la primera, pero aún sigue mereciendo la pena.
Por tanto, querido lector, cuando tengas un día de esos en los que no hay nada por lo que tengas que dar gracias; llama a aquel amigo que siempre que veis una película se ríe en situaciones que no son graciosas per se e id a verla. Durante dos horas te olvidarás de que tu vida no es perfecta. Y entonces, al salir del cine podrás decir ‘Gracias Matthew Vaughn, por haber vuelto a hacerlo’.
Por tanto, querido lector, cuando tengas un día de esos en los que no hay nada por lo que tengas que dar gracias; llama a aquel amigo que siempre que veis una película se ríe en situaciones que no son graciosas per se e id a verla. Durante dos horas te olvidarás de que tu vida no es perfecta. Y entonces, al salir del cine podrás decir ‘Gracias Matthew Vaughn, por haber vuelto a hacerlo’.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Si hay algo que ha convertido a Matthew Vaughn en un cineasta de culto es su forma de dirigir acción. Hoy en día, para ahorrar tiempo y dinero en coreografías de pelea, se construyen las escenas de acción en base al montaje. Cuantos más cortes por segundo tenga una secuencia más tensión se logra generar. Kingsman es de las pocas producciones que lucha por escapar a esta tendencia. Las coreografías están trabajadas y no se esconden con el montaje. Destaca la pelea final entre el duque de Oxford y Shepherd, y sobre todo el enfrentamiento de los Kingsman con Rasputín, cuya coreografía combina los pasos del ballet de Moscú con las clásicas técnicas de esgrima. Además, Vaughn logra generar la misma tensión que se persigue con los cortes al mover rápidamente la cámara alrededor del foco de la acción. Esta combinación de factores es lo que hace a su estilo de dirección único.
Tampoco puedo irme sin destacar el uso tan respetuoso que se hace de ciertos recursos argumentales, también presentes en las demás películas de la franquicia. Las pistolas de Chejov abundan por doquier. Desde el momento en el que vemos a Rasputín consumiendo pequeñas dosis de cianuro, cosa que después le permite sobrevivir al envenenamiento; hasta el momento en el que Shepherd hace uso de la pistola escondida en su espada durante un entrenamiento para justificar que dicha arma le permita dejar fuera de combate a Shola en la pelea final. Más impresión aún me causo el subversivo giro de guion que es la muerte de Conrad al final del segundo acto después de casi haber completado el viaje del héroe. Después de habernos mostrado ese plano de Conrad cargando a su compañero mientras el sol emerge a sus espaldas.
Dios, que épico. Gracias Matthew Vaughn, por haberlo hecho de nuevo.
Tampoco puedo irme sin destacar el uso tan respetuoso que se hace de ciertos recursos argumentales, también presentes en las demás películas de la franquicia. Las pistolas de Chejov abundan por doquier. Desde el momento en el que vemos a Rasputín consumiendo pequeñas dosis de cianuro, cosa que después le permite sobrevivir al envenenamiento; hasta el momento en el que Shepherd hace uso de la pistola escondida en su espada durante un entrenamiento para justificar que dicha arma le permita dejar fuera de combate a Shola en la pelea final. Más impresión aún me causo el subversivo giro de guion que es la muerte de Conrad al final del segundo acto después de casi haber completado el viaje del héroe. Después de habernos mostrado ese plano de Conrad cargando a su compañero mientras el sol emerge a sus espaldas.
Dios, que épico. Gracias Matthew Vaughn, por haberlo hecho de nuevo.