He visto Toy Story 1,2 y 3 muchas veces. Tantas como mi hijo de cinco años. Me encanta la aventura de la 2 (y la incorrección de las barbies, por ejemplo) Y la maravilla de la 3. Esa escena inicial del tren. Sólo son algunos ejemplos de momentos que los "fans" de esta saga podemos compartir. Toy Story 4 es extraordinaria a nivel de animación. La lluvia y sobre todo el parque de atracciones por la noche son momentos magníficos. Pero no conviene olvidar que las películas de animación - la mayoría - están enfocadas al público infantil. Y desde Schrek guionistas de gran talento nos hablan a los adultos. Y Pixar es (o ha sido) garantía de magníficas películas y en ocasiones obras maestras. Toy Story 3, Up y InsideOut para mi lo son. Trascienden. Maravillan a los pequeños y nos hablan de valores, de emociones, de aventuras vitales, de conflictos, de la vida

Toy Story 4. Últimos 20 minutos. Imaginen diez niños de 3 a 6 años enredando cerca de la pantalla. Padres persiguiendo a los peques. El mío - de cinco años - Pipi Papa cinco veces durante la proyección. Los peques se aburren con Toy Story 4. Buzz Lightyear es una caricatura en vez de ser el personaje carismático de las anteriores entregas. Woody muy en plan introspección. Un poco blandito y plasta. Be Boop, es Capitana Marvel, La nueva Jedi de Star Wars, la prota de los juegos del hambre. En fin, ya saben. Lo de siempre.
Y muy aburrida. Ninguna persecución, ninguna tensión. Tres episodios, uno con un tenedor posmoderno; otro casi de terror con una muñeca abandonada en la tienda de los juguetes olvidados (un poco freak); y Be boop en plan super super. A mi me da igual que me vendan el mensajito de corrección política. A estas alturas esperar transgresión en el cine es como pedir peras al olmo. Pero al menos un poco de entretenimiento, que tenemos que gestionar peques que no aguantan tanta introspección. Buzz Lightyear atravesando el espacio y enfrentándose a los malos (Toy Story 2); Las fiestas de las barbies; esa reparación de Woody (2); esa escena del tren (3); el dinosaurio, en esta casi ni aparece; los soldados de la 1. En fin. Toy Story 4 es una peli reflexiva sobre la dependencia, el altruismo y la autonomía vital frente el condicionamiento de la masa.

Un poco de Heidegger con gotas de Woody Allen (rollo Interiores) No es una peli para niños, es para mayores. Y no la hemos podido captar porque nos hemos pasado la proyección persiguiendo a nuestros peques escaleras arriba y abajo de la sala, o en excursiones al lavabo, o a comprar palomitas hasta que la cinta acaba con una frase existencialista super-molona, rozando la auto-ayuda. En resumen, los peques se aburren y los mayores no hemos tenido tiempo de profundizar. Que rollo.