Una pareja neoyorquina en trámites de separación tiene que pasar un tiempo aislada en el campo porque son testigos de un asesinato y entran en un programa de protección de testigos. El argumento es simple y predecible pero no os desaniméis al leer las críticas negativas. Es una comedia divertida y bastante entretenida, de humor simple. Eso sí, no busquéis nada más, pero nada de nada.

Yo, lo confieso, soy una de esas "nadies" a las que le gusta Hugh Grant. En este papel hace su papel de siempre, por lo que si no os gusta, no la veáis. No soy seguidora de S. J. Parker por lo que no sé si se repite. Pero está muy simpática. Me encantó el momento en el que tiene que entregar a la policía su móvil (al que estaba muy unida como casi todos) y antes de hacerlo lo besa con reverencia. Y muchos momentos más.

Hay una escena en la que Hugh Grant está enfrente de un oso. Si no ves los extras puede parecer que son dos planos diferentes. Sin embargo, efectivamente están uno enfrente al otro y H. Grant parece ser que se acercó a él más de lo aconsejable para hacer la escena más realista. Algunos compañeros de rodaje comentaban divertidos que no esperaban de él semejante acto tan valiente. Él mismo hizo un comentario muy simpático diciendo que era la primera vez que veía a alguien más consentido que él: el oso. Las anécdotas del oso con sus cuidadores son muy divertidas.

Repito: no estuvo tan mal para tener esa nota media.