Lo que pasa en la película no importa. Su argumento ya lo hemos visto cientos de veces. Nos da la sensación de que esa escena, esa frase o esa expresión ya la hemos visto. Huismann salva la película , no así la actriz, que no da el perfil de mujer decidida y fuerte que se supone que es. La música y los paisajes también colaboran a llegar hasta un final que ni agrada ni sorprende.