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España España · Barcelona
Voto de JulesVincent:
9
Thriller. Drama Sandra, una escritora alemana, vive con su marido Samuel y su hijo ciego, Daniel, en un chalé en medio de los Alpes franceses. Cuando Samuel fallece en misteriosas circunstancias, la investigación no puede determinar si se trata de un suicidio o de un homicidio. Sandra es arrestada y juzgada por asesinato, y el proceso pone su tumultuosa relación y su ambigua personalidad en el punto de mira. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2024
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Doble aviso a navegantes:
- No se dejen engañar por la carátula de la película, porque no tiene nada que ver con el cine de aventuras, ni con lecciones de supervivencia en alta montaña, ni con nadie huyendo de un asesino ni nada parecido.
- Si deciden ir a ver esta película, háganlo un día en el que hayan dormido bien la noche anterior o se encuentren con la mente despejada, porque la historia es larga y densa.

Entonces, ¿Qué es "Anatomía de una caída? Es un drama con tintes de cine negro rodado casi íntegramente en espacio cerrado, la mayor parte dentro de una sala de juicio, un tocho de dos horas y media de las cuales dos horas y veinticinco minutos las pasaremos escuchando hablar y hablar y hablar a gente. Si te gustan las historias de juicios en las que hay que estar atento durante toda la película porque se destripa un asunto con mucha lectura entre líneas y cierta ambigüedad, seguramente saldrás del cine con sensación de satisfacción y con ganas de darle vueltas a lo que has visto para acabar de casar las piezas del puzzle. Porque aquí no encaja todo a la perfección y de una única forma (tampoco creo que sea la intención de la cinta), sino que admite varios puntos de vista y hay algunos aspectos secundarios que quedan flotando en el ambiente para que te lleves deberes a casa y sigas pensando en lo que has visto.

Es una película bastante dura, cruel y con un punto de sordidez que nos estampa en la cara realidades e incertezas de las relaciones familiares y de pareja, donde se destripa públicamente la verdadera anatomía del ser humano y de la forma que tiene de relacionarse con sus allegados, con sus miedos, sus inseguridades, sus deseos, decepciones, ilusiones y frustraciones. Algo que nos lleva a cuestionar el grado de certeza de nuestras convicciones sobre lo que de verdad creemos saber acerca de nuestros seres queridos y de cómo en muchas ocasiones, cuando ignoramos las soluciones a unos problemas que nos acaban superando, pasamos a focalizar toda la importancia en el por qué han ocurrido, en quién tiene la culpa de las cosas y en tirarnos los trastos a la cabeza más que en ayudarnos para abordar las cuestiones desde un punto de vista realmente adulto. Justin Triet sabe esgrimir perfectamente este punto sociológico y utiliza el juicio más como una herramienta para enjuiciar moralmente a la protagonista, sus hábitos, sus gustos, su forma de ser y su forma de relacionarse con el prójimo a ojos de terceros. Como si hubiese llegado la hora de exponer a la opinión pública cómo es ella y si lo que hace en su día a día está bien o mal. Para ello, Triet se basa en la figura del fiscal como personificación de ese dedo acusador encargado de desnudar en público y hasta la extenuación hasta su último gramo de dignidad e intimidad, sin pudor ni miramiento alguno. Por eso, "Anatomía de una caída" sabe transmitir muy bien el cansancio físico y moral que representa un proceso judicial en el que todo es interpretable y subjetivo y acaba teniendo relevancia hasta el aspecto más estúpido de tu vida, y que nos hace preguntarnos hasta qué punto será necesario que el día de mañana tengamos que convivir con una cámara permanente pegada a nuestro cuerpo las 24 horas del día hasta para poder justificar en un momento dado por qué tal día a tal hora decidimos salir a comprar el pan o tirarnos un pedo en nuestra propia casa. Si has visto "Sully", de Clint Eastwood, seguramente haya pasajes aquí que te puedan recordar a la impotencia que sintió aquel piloto de avión ante la ridiculez de los argumentos en su contra y la carnaza que supuso el caso para el morbo de los medios de comunicación. Igual que el fiscal aquí nos saca toda la mierda para centrarse en quién tuvo la culpa de las cosas obviando el verdadero cómo de los hechos, el ser humano es muy dado a hacer lo mismo en su día a día para olvidarse de las soluciones y limitarse a la facilidad de echar la culpa a los demás. De ahí que, en el último término, este juicio aquí presentado no sirva tanto para juzgar la realidad de unos hechos, sino más bien para juzgar la moral y la conducta de la protagonista.

La historia goza de un ritmo endiablado a pesar de ser casi todo una conversación e impregna la atmósfera de bastante tensión. Pero igualmente plantea varias preguntas sin clara respuesta (expongo en spoilers) que quedan a la libre interpretación de cada cual y que pueden hacer que al final esta historia te pueda resultar mejor o peor acabada. A mí personalmente me ha gustado bastante y creo que funciona muy bien como análisis de la parte más cruda de las relaciones interpersonales (ya no solo de pareja) y de la temida cara oculta o cara B de la gente. Así que no se engañen, el juicio es la excusa para mostrar todo esto, y como tal, sirve para criticar lo subjetiva e inhumanamente incomprensible que puede resultar a ojos ajenos nuestra propia forma de ver la vida y nuestros propios problemas. Aunque al final, la culpa siempre la tenga el de al lado, ¿no?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JulesVincent
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