Hay un dicho irlandés que dice que Dios inventó el alcohol para que los irlandeses no dominaran el mundo.

Es gracioso. Y justo es eso lo que le falta a esta película: gracia. Brooklyn es sosa, ñona, aburrida.

La única razón por la que la he visto es porque está nominada a mejor película en los Oscars. Una razón para esta nominación podría ser que el año ha sido muy, muy flojito, pero ni siquiera eso lo justifica. O quizá promover las coproducciones entre Canada e Irlanda (también Room es una coproducción entre estos dos países), pero estando ya nominada una muy buena película también de ambos países, como es Room, no hacía falta.

Oscars 2016: no se llevará nada, aunque estando entre las nominadas el premio gordo ya se lo ha llevado.