Media votos
6,6
Votos
1.612
Críticas
1.202
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de antonio lopez herraiz:
8
13 de abril de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Y a ti, ¿qué te apetece ver más? ¿la quinta película de la saga 'Mandíbulas' o la quinta película de la saga 'Anaconda'? Pues si no quieres más caldo reptiliano y depredador, toma lleno un lago ocupado por los dos bichos.
Y con respecto a cuál de las dos marcas marca el territorio -si la fundada por Luís Llosa o la del creador de 'Boston Legal' o 'Ally McBeal' (si bien le cedería la dirección a Steve Miner)- las razones para pensar que es para la del arcosaurio con domicilio homónimo a la mitad del título del crossover están fundadas tanto por ese inalterable sentido del humor cazurro preservado tras sucesivas entregas del cocodrilo sureño como por, y esta es la parte obvia, las reincorporaciones de Yancy Butler ('Mandíbulas 3 y 4, 'Blanco Humano') y, un pelín más tullido que antes, Robert Englund ('¿hace falta que os presente a Freddy Krueger?') sin que sea tampoco menos experto en enfrentarse a futuros bolsos dentados incluso antes de la cuarta entrega precedente (por culpa de Tobe Hooper) o al haberlas pasado antes canutas en lagos habitados por dentudos... y sí, también interpretando a paletos tuertos y con arrebatos sanguinarios.
Annabel Wright se sitúa a la cabeza de los villanos "anacóndicos" como la déspota heredera de la gran multinacional farmacéutica que robó la milagrosa orquídea sangrienta y ahora anda a la caza de la versión mejorada que reside en la sangre del... ¡ANACODRILO! (no preguntes)
Al pobre y superviviente (profesional digo, no por la trama) Corin Nemec también lo meten en el fregado y se carga la escopeta junto a Yancy Butler para preservar la integridad física del puñado de chavalas en bikini a las que, en tiempos pasados en los que nunca perdía porque era Parker Lewis, él mismo las hubiese podido depredar con igual ferocidad que sus dos antagonistas, tan precariamente creados digitalmente como hambrientos de carnaza joven y, a poder ser, que pertenezcan a una buena fraternidad universitaria femenina. Ojo, que tampoco hacen ascos a las de los grados inferiores:
"- ¡Te quiero, nena! Eres sexy y muy lista.
- ¿De verdad crees que soy lista?
- Claro, tienes el graduado.
- Me encanta que me quieras por mi inteligencia y no sólo por mi cuerpo."
Dirige A. B. Stone, el mismo que al año siguiente nos traería 'Atomic Shark'. Referente desde ya.
Y con respecto a cuál de las dos marcas marca el territorio -si la fundada por Luís Llosa o la del creador de 'Boston Legal' o 'Ally McBeal' (si bien le cedería la dirección a Steve Miner)- las razones para pensar que es para la del arcosaurio con domicilio homónimo a la mitad del título del crossover están fundadas tanto por ese inalterable sentido del humor cazurro preservado tras sucesivas entregas del cocodrilo sureño como por, y esta es la parte obvia, las reincorporaciones de Yancy Butler ('Mandíbulas 3 y 4, 'Blanco Humano') y, un pelín más tullido que antes, Robert Englund ('¿hace falta que os presente a Freddy Krueger?') sin que sea tampoco menos experto en enfrentarse a futuros bolsos dentados incluso antes de la cuarta entrega precedente (por culpa de Tobe Hooper) o al haberlas pasado antes canutas en lagos habitados por dentudos... y sí, también interpretando a paletos tuertos y con arrebatos sanguinarios.
Annabel Wright se sitúa a la cabeza de los villanos "anacóndicos" como la déspota heredera de la gran multinacional farmacéutica que robó la milagrosa orquídea sangrienta y ahora anda a la caza de la versión mejorada que reside en la sangre del... ¡ANACODRILO! (no preguntes)
Al pobre y superviviente (profesional digo, no por la trama) Corin Nemec también lo meten en el fregado y se carga la escopeta junto a Yancy Butler para preservar la integridad física del puñado de chavalas en bikini a las que, en tiempos pasados en los que nunca perdía porque era Parker Lewis, él mismo las hubiese podido depredar con igual ferocidad que sus dos antagonistas, tan precariamente creados digitalmente como hambrientos de carnaza joven y, a poder ser, que pertenezcan a una buena fraternidad universitaria femenina. Ojo, que tampoco hacen ascos a las de los grados inferiores:
"- ¡Te quiero, nena! Eres sexy y muy lista.
- ¿De verdad crees que soy lista?
- Claro, tienes el graduado.
- Me encanta que me quieras por mi inteligencia y no sólo por mi cuerpo."
Dirige A. B. Stone, el mismo que al año siguiente nos traería 'Atomic Shark'. Referente desde ya.