28 de septiembre de 2012
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La película tiene un buen ritmo, y Samuel L. Jackson está genial como siempre (aunque últimamente encasillado en cine de superhéroes). Es la típica historia de un vecino obsesivo que le hace la vida imposible a otro, como en El Diablo vive enfrente, mezclada con que el obseso es un policía, como Ray Liotta en Falsa Seducción. Si las sumamos, nos daría esta película.
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